CONOCE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA (DSI) – 11

by AdminObra

CAPÍTULO II

LOS PRINCIPIOS

BIEN COMÚN – 1

  1. ¿Qué se entiende por Bien Común?

Bien Común trascendente es Dios, porque es el fin último que debe ser buscado por la sociedad. Bien común intrínseco es la adecuada ordenación de las personas, para alcanzar el fin trascendente de la sociedad. Bien común temporal es el conjunto de medios vitales y morales, que toda sociedad debe procurar, para que sus miembros puedan alcanzar, libre y espontáneamente, en la medida de lo posible, los fines de su vida, es decir, la verdadera felicidad terrena.

Por eso, ordinariamente se entiende por bien común la suma de aquellas condiciones de vida social mediante las cuales los hombres, las familias y los grupos sociales intermedios pueden conseguir con facilidad y plenitud su propia perfección, y consiste sobre todo en el respeto a los derechos y deberes de la persona humana.

  1. ¿El bien común puede ser participado por todos?

El bien común es el bien que puede ser participado por todos y cada uno de los miembros de una comunidad humana, y aunque es cuantitativa y cualitativamente diferente del bien personal, no excluye ni lesiona a éste, sino que lo completa y enriquece, hasta el punto que no puede ser bien común lo que va radical e intencionadamente contra el bien personal.

Bien personal es el que corresponde a cada uno de los individuos que componen la sociedad, y aprovecha a un solo hombre, a título exclusivo y personal. Sin embargo, no es correcto entender el bien común exclusivamente como un fondo de bienes del que los individuos sacan provecho, porque es, en primer lugar, un orden justo de convivencia pacífica y de libertad responsable.

  1. ¿Qué abarca el bien común?

El bien común abarca a todo el hombre –espíritu y cuerpo- e incluye tanto su destino trascendente y eterno, como el temporal y terreno; su aspecto personalista y su aspecto social; prioriza el nivel moral sobre el material; y constituye un criterio genérico y pluralista en cuanto a las relaciones concretas, por ser el quehacer humano variable en exigencias según las circunstancias personales de tiempo y lugar.