Continuando con el tema de ayer, el discipulado en San Mateo,
El Evangelista da importancia a los “discípulos”. Reciben este nombre quienes siguen a Jesús más de cerca, lo cual manifiesta la importancia de la relación con él en el aprendizaje; son, en la trama del Evangelio, los personajes más significativos después de Jesús. San Mateo solo los llama “apóstoles” una vez (Mt 10, 2), y este término no parece tener sentido técnico, sino su significado propio “enviados”, ya que hace referencia, en el contexto de la misión, al envío por parte de Jesús.
Lo que caracteriza a los seguidores de Jesús no es su condición de “enviados”, sino la de los discípulos. El aprendizaje pertenece a la esencia del seguimiento.
Se trata, sin embargo, de un aprendizaje especial, en nada semejante a una instrucción puramente teórica. Los discípulos de Jesús aprenden “conviviendo”: son testigos privilegiados de su enseñanza, sus milagros, su actuación con los pecadores y su constante aceptación de la voluntad del Padre.
Mañana, seguimos con este interesante tema…