- Santos VICTORICO y FUSCIANO, mártires, en la Galia belga. (s. III).
- San DÁMASO I, papa. Defendió la fe del Concilio de Nicea en tiempos muy difíciles contra cismas y herejías. Procuró que San Jerónimo tradujera al latín los libros sagrados y veneró los sepulcros de los mártires en Roma. (384).
- San SABINO, obispo. En la región de Emilia-Romaña. Convirtió una multitud de gente a la fe. Defendió con fuerza la fe de Nicea. (s. IV).
- San DANIEL, llamado “estilita”, presbítero. En Constantinopla. Turquía. Después de vivir en el cenobio y soportar muchos trabajos, según la costumbre y ejemplo de San Simeón permaneció en lo alto de una columna hasta su muerte, durante treinta y tres años y tres meses, sin que le hicieran mella el frío ni el calor ni los vientos. (493).
- Beato HUGOLINO MAGALOTTI, ermitaño. En Las Marcas, Italia. Tercera Orden de San Francisco. (1373).
- Beatos MARTÍN DE SAN NICOLÁS y MELCHOR DE SAN AGUSTÍN SÁNCHEZ, presbíteros y mártires. En Nagasaki. Agustinos. Apenas llegados a esta ciudad, fueron apresados, arrojados en una celda oscura y después quemados vivos. (1632).
- Beato ARTURO BELL, presbítero y mártir. En Londres. Franciscano, que, durante el reinado de Carlos I, solamente por ser sacerdote fue condenado a la pena capital y sufrió el patíbulo en Tyburn. (1643).
- Santa MARÍA de las MARAVILLAS de JESÚS, virgen. Madrid. Carmelita. Fundó muchos monasterios en España y en la India. Conjugó vida contemplativa y preocupación caritativa. (1974).
Hoy recordamos especialmente a la Beata MARÍA del PILAR VILLALONGA VILLALBA
Soltera, nacida en Valencia el 22 de Enero de 1891
Llevó siempre una vida espiritual intensa, que se manifestó en su actuación pública al servicio de la Iglesia a través de asociaciones católicas.
Con el estallido de la persecución anticristiana, María Pilar no vaciló en ofrecer su vida por la causa de Dios e intensificar su apostolado, Transformó su casa en un centro de acogida de sacerdotes buscados. En la noche del 29 al 30 de agosto de 1936 fue descubierta y encarcelada. Cuando se enteró de que había sido sentenciada al fusilamiento se puso la mejor ropa que tenía en su poder para ir al encuentro del Señor. Murió el 11 de diciembre de 1936 en el lugar llamado el Saler, cerca de Valencia, en España, virgen y mártir, la cual, durante la persecución religiosa, con su martirio siguió las huellas de Cristo.