Hoy, 28 de septiembre, la Iglesia celebra a:
- Santos ALFEO, ALEJANDRO y ZÓSIMO, mártires. Pisidia. Todos hermanos. (s. IV).
- San CARITÓN, abad. Belén. Perseverante en la oración y en los ayunos, y fundador de muchas lauras en el desierto de Judea. (350).
- San ZAMA, obispo. Emilia-Romaña. Primer obispo de Bolonia. (s. IV).
- San EXUPERIO, obispo. Toulouse. Dedicó una basílica en honor a San Saturnino; defendió fuerte su ciudad ante la invasión bárbara, y fue tan parco consigo mismo como dadivoso con los demás. (411).
- Santa EUSTOQUIO, virgen. Belén. Con su madre Santa Paula, pasó de Roma a Belén para no privarse del consejo del maestro San Jerónimo, y allí, llena de preclaros méritos, voló al Cielo. (419).
- San SALONIO, obispo. Ginebra. Antes fue monje en Lérins; durante su obispado afirmó la doctrina de San León Magno y explicó en sentido místico las Sagradas Escrituras. (450).
- San FAUSTO, obispo. Riez, Provenza. Antes abad de Lérins. Contra los arrianos escribió sobre el Verbo Encarnado y el Espíritu Santo consubstancial al Padre y al Hijo y coeterno con ellos, y fue exiliado por el rey Eurico. (485).
- San ANEMUDO, obispo y mártir. Lyon. (658).
- Santos CUNIALDO y GISILARIO, presbíteros. Salzburgo. Colaboradores del obispo San Ruperto. (s. VIII).
- Santa LEOBA, virgen. Maguncia. Pariente de San Bonifacio. Fue llamada por éste desde Inglaterra a Germania y presidió el monasterio situado a orillas del Tauber, donde con la palabra y el testimonio condujo a las siervas de Dios por el camino de la perfección. (782).
- San WENCESLAO, mártir. Bohemia. Educado por su abuela San Ludmila en sabiduría divina y humana, fue severo consigo mismo, pacífico en la administración del reino y misericordioso con los pobres, pues redimió, para ser bautizados, a esclavos paganos que estaban en Praga para ser vendidos. Después de sufrir muchas dificultades en el gobierno de sus súbditos, así como en el formarlos en la fe, traicionado por su hermano Boleslao, fue asesinado por sicarios Bohemia, en su ducado. (935).
- Beato BERNARDINO de FELTRE TOMITANO, presbítero. Pavía. Franciscano. Obtuvo buenos frutos en su función de predicador, fundó contra la usura y para el ahorro el llamado “Monte de Piedad” y, como hombre de paz, fue delegado del papa Sixto IV para conciliar discordias civiles. (1494).
- San SIMÓN de ROJAS, presbítero. Madrid. Trinitario. Acompañando al séquito de la reina de España, nunca viajó en carroza ni percibió sueldo, sino, más bien, entre regios fastos siempre se mostró humilde y pobre, así como misericordioso hacia los necesitados y fervorosamente devoto para con Dios. (1624).
- Beatos JUAN SHOZABURO, catequista, MANCIO ICHIZAYEMON, MIGUEL TAIEMON KINOSHI, LORENZO HACHIZO, PEDRO TERAI KUHIOYE y TOMÁS TERAI KAHIOYE, mártires. Nagasaki. Decapitados. (1630).
- Santos LORENZO de MANILA RUIZ y QUINCE COMPAÑEROS, mártires. Nagasaki. Presbíteros, religiosos, seglares, sembradores de la fe en Filipinas, Formosa y otras islas japonesas, a causa de lo cual, por orden del supremo gobernador de Japón, en distintos días consumaron su martirio en Nagasaki. (1633).
- Beato FRANCISCO JAVIER PONSA CASALLARCH, religioso y mártir. Sant Feliu de Codine. Hospitalario. Martirizado por odio a Cristo. (1936).
- Beata AMALIA ABAD CASASEMPERE, mártir. Alicante. Madre de familia. Martirizada por ser católica. (1936).
- Beato JOSÉ TARRATS COMAPOSADA, religioso y mártir. Valencia. Jesuita. Martirizado por odio a Cristo. (1936).
Hoy celebramos especialmente a BEATO NICETAS BUDKA
Nicetas nació en 1877 en Drobomirkla, Ucrania.
En 1905, después de haber terminado sus estudios teológicos en Viena e Innsbruck, recibió la ordenación de presbítero.
Siete años después, en 1912, fue consagrado obispo en Lviv, y nombrado por la Santa Sede primer exarca apostólico de los ucranianos católicos, es decir, de rito bizantino, en Canadá. En 1928, al recibir el nombramiento de obispo auxiliar de los ucranianos de Lviv, retornó a su patria.
Las autoridades comunistas lo arrestaron en 1945, y fue condenado a ocho años de dura prisión.
Lo deportaron al campo de concentración de Karadzar, en Kazajistán, donde soportó muchas adversidades.
Perseveró con fortaleza de ánimo hasta la muerte, ocurrida en 1949.