Hoy, 18 de julio, la Iglesia celebra a:
- Santos SINFOROSA y SIETE COMPAÑEROS, mártires. Roma. (s. IV).
- San MATERNO, obispo. Milán. Restituida la libertad de la Iglesia, trasladó con gran solemnidad desde Lodi a esta ciudad los cuerpos de los mártires Nabor y Félix. (s. IV).
- San EMILIANO, mártir. Bulgaria. Despreciando los edictos de Juliano, el Apóstata, y las amenazas de su vicario, derrumbó el altar de los ídolos para impedir los sacrificios, por lo que fue arrojado a un horno ardiente. (362).
- San FILASTRIO, obispo. Brescia. (397).
- San RUFILO, obispo. Emilia-Romaña. El primero que gobernó Forlimpopoli, y evangelizó a toda la población rural de los alrededores. (s. V).
- San ARNULFO, obispo. Metz. Consejero del rey Dagoberto, rey de Austrasia. Cargo al que renunció para abrazar la vida ermitaña en los Vosgos (640).
- Santa TEODOSIA, monja y mártir. Constantinopla. Sufrió el martirio por oponerse, como había ordenado el emperador León Isáurico, a que se arrojase una imagen de Cristo desde lo alto. (s. VIII).
- San FEDERICO, obispo. Utrecht. Ilustre por sus conocimientos sobre las Sagradas Escrituras, se dedicó incansablemente a la evangelización de los frisones. (838).
- Beato SIMÓN LIPCNICA, presbítero. Cracovia. Franciscano. Insigne por su predicación y por su devoción al nombre de Jesús, que, impulsado por su caridad, se entregó al cuidado de los apestados moribundos. (1482).
- Beato JUAN BAUTISTA de BRUSELAS, presbítero y mártir. Rochefort. Encarcelado en una nave destinada al traslado de esclavos, donde consumido de miseria y peste murió. (1794).
- Santo DOMINGO NICOLÁS DINH DAT, mártir. Tonkín. Fue forzado a renunciar a la fe y, después, tras crueles tormentos, consiguieron que pisase la cruz, aunque inmediatamente se arrepintió y, para expiar la culpa de su apostasía, escribió al emperador Minh Mang pidiéndole que le juzgasen de nuevo como cristiano, a consecuencia de lo cual fue estrangulado. (1859).
- Beata TARSICIA MACKIV, virgen y mártir. Ucrania. De la Congregación de Hermanas Esclavas de María Inmaculada. Durante la guerra mundial. (1944).
Hoy recordamos especialmente a SAN BRUNO de SEGNI
Nació en 1049 en la familia de los señores de Asti en el Piamonte.
Después de estudiar en Bolonia y en Siena, obtuvo una canonjía en la catedral de esta ciudad, y parece que se opuso tenazmente a la doctrina de Berengario sobre la Eucaristía, para lo que asistió al sínodo de Roma de 1079.
Al año siguiente, lo nombró obispo de Segni el papa San Gregorio VII, cuyas tesis reformistas, San Bruno, defendía con entusiasmo.
En 1095 acompañó al papa Urbano II a Francia, y convocó la primera cruzada.
Vuelto a la diócesis fue detenido y encarcelado por el conde Arnulfo, enemigo del difunto San Gregorio VII y valedor del emperador Enrique IV.
Al salir de prisión, marchó a Montecasino, donde tomó el hábito monástico.
Una licencia papal le permitió ser monje sin renunciar a su diócesis, y en 1107 fue elegido abad del monasterio.
Cuando el papa Pascual II hizo concesiones que los reformistas, entre ellos Bruno, llevaron muy a mal, le obligó a renunciar a la abadía y volver a su diócesis, lo que Bruno hizo permaneciendo allí fielmente hasta su muerte en 1123.