Jueves Eucarísticos y Sacerdotales. Consideraciones sacerdotales.
“El sacerdote es un hombre que vive en el Espíritu de Dios.
Espíritu significa la presencia de Dios en el mundo. Dios es espíritu significa que Dios es real, poderoso e invisible. Algo parecido a la gravedad o la electricidad, pero personal y capaz de amar. Y así, si el sacerdote es un hombre de Espíritu, es que está al servicio de esta Aliento de Dios, que nos da la vida y que mueve nuestro mundo.
Podríamos decir que el sacerdote está clavado en la Cruz, y por ello es un experto en conocer el sufrimiento de su pueblo, es capaz de explicar este sufrimiento como un camino hacia Dios.
El sacerdote es un hombre del Espíritu en cuanto es un hombre de la Cruz como hombre de la Eucaristía. Es la Eucaristía lo que da sentido a todo lo que hace. Y en la Eucaristía comprende que siempre que él se entrega, hay Alguien que se ha entregado antes y más que él.
Antes que ser un hombre para los demás, comprende que es un hombre “desde” Dios, y eso le da fuerza y le sostiene durante su ministerio”.