La Fundación Contigo Siempre nace para promover y aportar cuidados paliativos a quien lo necesita, pero también sentido al sufrimiento
Una idea, cuatro fieles y cientos de personas demandando ayuda y cuidados: han sido las tres condiciones necesarias para el nacimiento de Contigo siempre, una fundación para acompañar y ofrecer cuidados paliativos a todos aquellos que, desatendidos en su enfermedad llegan a plantearse lo peor. Este 21 de junio verá la luz en la parroquia de la Consolación (Córdoba) a las 21:00 horas. El obispo de la diócesis, Demetrio Fernández, ya ha anunciado su asistencia.
Contigo Siempre se esbozó cuando una de sus integrantes vio en su día a día como médico «las necesidades actuales de personas mayores por las que la medicina no puede hacer nada y se sienten abandonadas», cuenta Marisa Bonilla al portal de la diócesis de Córdoba.
«Cuando [los médicos] no pueden hacer nada por curar al enfermo se sienten fracasados y abandonan. Es el momento en el que tienen que entrar los especialistas en cuidados paliativos y atender a esas personas que en el final de su vida tienen una serie de necesidades, no solo médicas sino físicas, psíquicas, espirituales y ayudarlas a dar el paso tan importante que es la muerte», comenta.
Los integrantes de Contigo Siempre, miembros de la parroquia de la Consolación, son conscientes de que por muchos avances tecnológicos que se den, siempre habrá un momento en que la medicina no podrá nada para curar a los pacientes, pero siempre podrán acompañarles y cuidarles. Por eso, a pocos días de constituirse, ya disponen de voluntarios acompañando a personas que están desesperadas y pensando en solicitar la eutanasia.
«La idea es ir recibiendo a todas las personas que nos vayan llegando, solamente con salir el anuncio ya nos están llamando», subraya.
Ayudando a dar sentido al dolor
En su corta vida, esta Fundación ya puede exponer casos que prueban que un buen acompañamiento y cuidado con buenos paliativos eliminan cualquier rastro de eutanasia en el paciente.
«Gracias a un voluntario, la vida de un chico con una enfermedad incurable y la de su madre ha cambiado porque ahora está contento, está aceptando la situación, que también puede ser una causa o una razón para dar gracias a Dios. Hemos conocido experiencias maravillosas de médicos que te van contando cómo cambia la situación en el momento que una persona está atendida debidamente. Cuando le quitas el dolor, cuando consigues que duerma, que esté en su casa y sin sufrimiento físico, es fundamental», explica.
La eutanasia se erradica con los paliativos
De hecho, la importancia de estos cuidados es tal que la idea de la eutanasia desaparece en el 98% de pacientes que se lo plantean cuando reciben unos buenos paliativos.
Actualmente Contigo Siempre se encuentra elaborando su plan de actuación. Comenzarán con unos cursos de formación para los voluntarios, porque [esta atención] no es tan fácil: «Lo primero que hay que hacer es un recorrido hacia el interior de uno mismo para ser capaz de amar, de compadecer y compartir el dolor, pero no es fácil».
Casi el 100% de los pacientes que se plantean la eutanasia desechan la idea cuando reciben buena atención y cuidados paliativos.
También pretenden conseguir el apoyo de médicos, psicólogos, enfermeros y sacerdotes especializados en estos cuidados.
Antes de concluir, Bonilla cuenta el amplio sector al que está dirigida la Fundación y las múltiples posibilidades de actuación que ofrece esta fundación.
«Desde la persona que no tiene nada que ver con la medicina pero que es capaz de compadecerse y de compartir el dolor… Normalmente son personas que han sufrido en su vida y que han pasado por momentos complicados y saben lo que está pasando el enfermo. Habrá que hacer un equipo que esté contratado por la fundación que sean los que hagan la labor sanitaria expresamente», comenta.
La Fundación Siempre Contigo se presentará en la Diócesis este martes 21 de junio a las 21:00 horas, en la parroquia de la Consolación, a la que asistirá el obispo de la ciudad mons. Demetrio Fernández.