Hoy, 21 de junio, la Iglesia celebra a:
- San MEVENO, abad. Bretaña Menor. Se retiró a los bosques de la Armórica, donde fundó un monasterio. (s. VI).
- San LEUFREDO, abad. Neustria, actual Francia. Fundador del monasterio de la Santa Cruz. (738).
- San RADULFO, obispo. Aquitania. Solícito por la vida sacerdotal, junto con presbíteros de la Iglesia que tenía encomendada recogió textos de los Santos Padres y de los cánones para uso pastoral. (866).
- San RAMÓN, obispo. Aragón. Siendo canónigo regular, fue designado obispo de Roda y Barbastro, sede de la que fue expulsado tres años por no querer combatir con las armas a los enemigos de la fe. (1126).
- Beato TOMÁS CORSINI, religioso. Umbría. (1343).
- San JUAN RIGBY, mártir. Londres. Detenido y condenado a muerte por reconciliarse con la fe católica, fue ahorcado mientras aún vivía. (1600).
- Beato JACOBO MORELLE DUPAS, presbítero y mártir. Rochefort. Duro para sí, dulce para los demás, durante la Revolución Francesa fue detenido por ser sacerdote en Poitiers. Murió de hambre. (1794).
- San JOSÉ ISABEL FLORES, presbítero y mártir. México. Ejecutado por sacerdote durante la persecución religiosa en México. (1927).
Hoy recordamos especialmente a SAN LUIS GONZAGA
Nació en Castigilione della Stiviere en 1568. Primogénito de los Marqueses de Castiglione.
Educado en Florencia y Mantua. Piadoso ya de niño. En 1580 recibió la Primera Comunión de manos de San Carlos Borromeo.
Desde 1582 a 1584 estuvo en Madrid como paje del príncipe Diego, hijo y heredero, entonces, de Felipe II.
Decidido a abrazar la vida religiosa y habiendo optado por la Compañía de Jesús, hubo de vencer numerosas dificultades hasta logarlo.
Finalmente, su padre se lo permitiría. Renunció a sus derechos de marquesado, e ingresó en la Compañía en 1585.
Concluido el noviciado, emitió los votos en 1587.
Su vida fue un verdadero ejemplo de virtud.
Destinado al sacerdocio, empezó a hacer los estudios propios y recibió las Órdenes Menores. Era aún estudiante cuando una epidemia de peste se apoderó de la ciudad de Roma, donde él residía.
Luis solicitó con mucho interés poder acudir a los apestados, a pesar del peligro de contagio, atención que ya estaban prestando muchos sacerdotes.
Luis se contagió el mal y murió santamente en 1591.
Es modelo y patrono de la juventud católica.