BREVE RECORRIDO HISTÓRICO DE LA DEVOCIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

by AdminObra

La Edad Media fue una época especialmente fecunda para el desarrollo de la devoción al Corazón del Salvador.

Hombres insignes por su doctrina y santidad, como San Bernardo (1153), San Buenaventura (1274), y místicos como Santa Lutgarda (1246), Santa Matilde de Magdeburgo (1282), las santas hermanas Matilde (1299) y Gertrudis (1302), del monasterio de Helfta, Ludolfo de Sajonia (1378), Santa Catalina de Siena (1380), profundizaron en el misterio del Corazón de Cristo, en el que veían el “refugio” donde acogerse, la sede de la misericordia, el lugar del encuentro con El, la fuente del amor infinito del Señor, la fuente de la cual brota el agua del Espíritu, la verdadera tierra prometida y el verdadero paraíso.

En la Época Moderna, el culto al Corazón del Salvador, tuvo un nuevo desarrollo. En un momento en el que el jansenismo proclamaba los rigores de la justicia divina, la devoción al Corazón de Cristo fue un antídoto eficaz para suscitar en los fieles el amor al Señor y la confianza en su infinita misericordia, de la cual el Corazón es prenda y símbolo.

San Francisco de Sales (1622), que adoptó como norma de vida y apostolado la actitud fundamental del Corazón de Cristo, esto es, la humildad, la mansedumbre, el amor tierno y misericordioso; Santa Margarita María de Alacoque (1690), a quien el Señor mostró repetidas veces las riquezas de su Corazón; San Juan Eudes (1680), promotor del culto litúrgico al Sagrado Corazón; San Claudio de la Colombière (1682), San Juan Bosco (1888) y otros santos, han sido insignes apóstoles de la devoción al Sagrado Corazón.