FORMAS DE DEVOCIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

by AdminObra

Tal como nos recuerda el “Directorio sobre la Piedad Popular y la Liturgia” hay numerosas formas de devoción al Corazón del Salvador.

Algunas han sido explícitamente aprobadas y recomendadas con frecuencia por la Sede Apostólica.

Entre éstas hay que recordar:

  • La “consagración personal”, que, según Pío XI, es la principal de todas las formas de devoción;
  • La “consagración de las familias”, mediante la que el núcleo familiar, partícipe ya por el Sacramento del Matrimonio del misterio de unidad y de amor entre Cristo y la Iglesia, se entrega al Señor para que reine en el corazón de cada uno de sus miembros;
  • Las “letanías del Corazón de Jesús”, aprobadas en 1891 para toda la Iglesia, de contenido marcadamente bíblico y a las que se han concedido indulgencias;
  • El “acto de reparación”, fórmula de oración con la que el fiel, consciente de la infinita bondad de Cristo, quiere implorar misericordia y reparar las ofensas cometidas de tantas maneras contra su Corazón;
  • La “práctica de los “nueve primeros viernes de mes”, que tiene su origen en la “gran promesa” hecha por Jesús a Santa Margarita de Alacoque. En una época en la que la comunión sacramental era muy rara entre los fieles, la práctica de los nueve primeros viernes de mes contribuyó significativamente a restablecer la frecuencia de los sacramentos de la Penitencia y de la Eucaristía. En nuestros días, la devoción de los primeros viernes de mes, si se practica de un modo correcto, puede dar todavía indudable fruto espiritual. Es preciso, sin embargo, que se instruya de manera conveniente a los fieles: sobre el hecho de que no se debe poner en esta práctica una confianza que se convierta en una vana credulidad que anula las exigencias absolutamente necesarias de la fe operante y del propósito de llevar una vida conforme al Evangelio