MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS – 20

by AdminObra

“RICO PARA TODOS LOS QUE TE INVOCAN”

Sólo Dios puede y quiere siempre ayudar, ya que es la fuente infinita de todo auxilio, de toda ayuda y de toda misericordia.

Nosotros invocamos también a la Virgen María, a los ángeles y a los santos, para que intercedan ante Dios en nuestro favor.

Son los instrumentos a través de los cuales nos vienen normalmente los dones divinos. Pero si los invocamos como abogados ante Dios, sólo a Dios nos dirigimos como a Padre amantísimo y omnipotente, el cual, aunque conoce nuestras necesidades, quiere que lo invoquemos, para que reconozcamos también nuestra indigencia y su magnificencia. De este modo la criatura humana se pone en relación filiar con su Creador. A Jesucristo lo invocamos como a Supremos Mediador ante el Padre. El Evangelio nos ofrece elocuentes manifestaciones de almas necesitadas que obtuvieron recursos a sus males de la riqueza inagotable del Redentor. Así los leprosos, así los ciegos, así los mismos apóstoles en medio de la tempestad, y otros muchos.

Es, por lo mismo, legítima y santa la invocación al Corazón Sacratísimo de Jesús, que tiene especiales atractivos para la piedad cristiana, como tantas veces lo ha proclamado el magisterio pontificio y ha exhortado a ello.