MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS – 13 “REY Y CENTRO DE TODOS LOS CORAZONES”

by AdminObra

El mundo fuera del Corazón de Cristo está desquiciado, descentrado. Urgen en todos los apóstoles de Cristo trabajar por el Reinado de su Sacratísimo Corazón.

Someter a todos los hombres por el poder del amor, dominar todos sus instintos feroces por los débiles lazos de la dulzura, extinguir todos los caprichos vergonzosos por el encanto austero de la pureza, ahogar todos los egoísmos por la abnegación, vencer la molicie por el heroísmo del sacrificio y la avaricia por un exceso de desprendimiento curar con el remedio del amor que irradia el Corazón de Jesucristo todas las dolencias morales, con esta sola arma triunfar de toda la malicia infernal; establecer en el mundo el reinado del amor sobre las ruinas del odio satánico y del egoísmo humano; hacer de la divina caridad la única ley de los hombres de la tierra: he ahí la empresa más inefable que sólo Dios podía realizar y la encomienda a sus seguidores, a sus apóstoles, a los amantes de su divino Corazón. Apartado de Dios, el hombre es capaz de las mayores atrocidades. De ahí la importancia de que el Corazón de Cristo sea el Rey y el centro de todos los corazones.

Por nuestros propios medios nada podemos hacer. Pero la gracia de Dios nos ayuda y con ella hemos de colaborar con todo nuestro empeño para que todos los hombres, y las sociedades que ellos integran, reconozcan y acaten el reinado que por tantos títulos corresponde al Corazón de Cristo: naciones y familias, cuerpos y espíritus, magnificencias del cielo y maravillas de la tierra, todo proclama la autoridad soberana del Hijo eterno de Dios, de Jesucristo, Rey de los hombres y Rey de los pueblos, por derecho de creación. También por derecho de herencia, como proclaman las Sagradas Escrituras. Y, finalmente, por derecho de conquista, porque El nos ha redimido con su preciosísima Sangre.