Con motivo del tiempo litúrgico que estamos viviendo, el final del Tiempo Pascual, e inmersos en el Decenario del Espíritu Santo, recomendaremos tres libros sobre el Espíritu Santo y su influencia y acción en la vida de los cristianos a través de los Dones que constantemente quiere sembrar en nuestras almas.
El primero de ellos, publicado ya hace bastantes años, es del sacerdote norteamericano Leo Trese, que con sus obras de espiritualidad ha hecho tanto bien en la formación y espiritualidad de los católicos estadounidenses y españoles, y de otras partes del mundo. Nacido en Detroit, y fallecido en 1970, aportó mucho con su famoso “La fe explicada”, que en España compraron y leyeron miles de personas. Con su “Vasija de barro” encandiló a los sacerdotes, que lo leyeron de un tirón al sentirse identificados con las experiencias que se recogen en el libro.
A lo que vamos, en el “El Espíritu Santo y su tarea”, nos encontramos con una explicación sencilla, pero llena de teología sobre lo que pretende el Espíritu Santo en nuestra vida. Desde sus conocimientos de teología, Leo Trese nos indicará qué significan los conceptos que más se adhieren a las operaciones de la Tercera Divina Persona, y cómo actuarían eficazmente en nosotros. Así, nos encontraremos con las explicaciones sobre qué es Gracia, las Gracias Actuales, la Santificante; qué es el mérito; qué es la virtud; qué “mundo” maravilloso hay dentro de nuestra alma, llamada a acoger la presencia de la Santísima Trinidad gracias al Divino Espíritu; qué son las virtudes morales o cardinales; cómo actúa el Divino Espíritu en la Iglesia, con la cual hay tanta relación y compenetración; etc. Esto es, nos aclaran conceptos para que reconozcamos su actuar y su presencia en nosotros. Tan importante lo consideramos que creemos que su lectura también dispone para la primera festividad en honor a Nuestro Señor nada más terminar la Pascua, a saber, la Solemnidad de la Santísima Trinidad.
Los otros dos libros son de un mismo autor. Se publicaron casi seguidos hace unos pocos años en España, pero son anteriores al previo. Su autor fue el Arzobispo Primado de México, Monseñor Luis María Martínez, cuyo proceso de canonización está abierto, y fallecido en el año 1956.
Dos libros sencillitos, pero que exigen nuestra atención para que veamos y admitamos que, verdaderamente, todas las maravillas que podamos afirmar sobre el Divino Espíritu, son presentes y eficaces.
Así, en el primero de este autor, “Los dones del Espíritu Santo”, nos encontramos con una de las mejores exposiciones, a nuestro entender, acerca de los dones del Espíritu Santo, que la Iglesia, siguiendo a Isaías, reconoce: Sabiduría, Entendimiento, Consejo, Ciencia, Piedad, Fortaleza, Temor de Dios. Es cierto, que el autor los irá tratando en orden inverso. Al tiempo que nos habla de los Dones, nos irá comentando muchas cosas de aquellas otras presencias necesarias para nuestra santificación y que son las virtudes. Un libro pequeño, sencillo y con mucha enseñanza.
Por último, del mismo autor, “El Espíritu Santo y la oración”. Evidentemente, teniendo presente el mundo interior que habita en la Trinidad Beatísima, Monseñor Luis María Martínez, nos enseñará cuán fundamental es la presencia de la Tercera Persona para algo tan insustituible para un cristiano como es la oración diaria y personal. Empezará con un pequeño tratado sobre qué sea oración; seguirá el libro con una explicación breve sobre las diversas clases de oración que reconocemos: discursiva, afectiva, la simple mirada, las oraciones pasivas, y cómo interactúan las virtudes teologales y los dones divinos, especialmente los intelectuales, en nuestra relación con Dios; y, finalmente, la práctica de la oración y de cómo prepararse para la misma para descubrir la presencia amorosa de Dios y reconocer y acepar su Voluntad sobre nosotros.
Tres libros sencillos, de poco más de cien páginas, pero llenos de sabiduría y experiencia del Divino Espíritu.