MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS – 4 “DE MAJESTAD INFINITA”

by AdminObra

El concepto de majestad se ha identificado con el de gloria, pero en realidad reviste matices peculiares.

La majestad del Señor la experimentaron los hebreos en Egipto, en el paso del Mar Rojo. El Sinaí es su primera residencia, y después el Templo.

En todos los pasajes de la Biblia, majestad significa la presencia bienhechora de Dios. todo lo creado constituye el gran templo cosmológico de la majestad de Dios, que ejerce su influencia dominadora por encima de todos los elementos de la Creación.

La magnificencia divina se manifiesta en la grandiosidad de la Creación, en el dominio absoluto sobre cada uno de los elementos que lo componen. A menudo estas cualidades divinas revisten el carácter de salvífico.

En el Nuevo Testamento el término “majestad” ha conservado el sentido profundamente religioso que tiene en el Antiguo, pero se le da un sentido cristológico y escatológico peculiar.

Cristo es el Señor que nos ha rescatado del poder de Satanás, del pecado y de la muerte, y nos ha trasladado, por sus Misterios Pascuales, al Reino de Dios, a la Gracia y a la Vida Eterna.

El es el “Pantocrátor”, el Dominador. El Cristo-Juez al final de la Historia.

Todo esto se da en el Corazón de Jesús, pero además muestra una nota peculiar de su dominio: su AMOR. El es el Pantocrator, el Señor mayestático, pero que domina ante todo por su infinita caridad.

Es el Señor, vencedor del pecado y de la muerte, que llevó a cabo su obra redentora por su amor. El Padre lo entregó por amor, y el Hijo se entregó por amor a su Padre y a todos los hombres a los que vino a salvar y a redimir.

El Corazón de Jesús nos manifiesta de modo admirable la infinita majestad de Dios.