- Ven Espíritu Santo
inflama nuestros corazones
en las ansias redentoras del Corazón de Cristo. - Para que ofrezcamos de veras
nuestras personas y obras
en unión con Él
por la redención del mundo.
Señor mío y Dios mío Jesucristo:
Por el Corazón Inmaculado de María
me consagro a tu Corazón,
y me ofrezco contigo al Padre
en tu Santo Sacrificio del altar,
con mi oración y mi trabajo,
sufrimientos y alegrías de hoy,
en reparación de nuestros pecados
y para que venga a nosotros tu ReinoTe pido en especial:
Por el Papa y sus intenciones,
Por nuestro Obispo y sus intenciones,
Por nuestro Párroco y sus intenciones,
Por nuestra Parroquia y sus necesidades.
INTENCIÓN UNIVERSAL: Por las familias.
Recemos por las familias cristianas de todo el mundo, para que, con gestos concretos, vivan la gratuidad del amor y la santidad en la vida cotidiana.
INTENCIÓN CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA: Por el ministerio del sucesor de Pedro y el de todos los obispos del mundo en comunión con él, para que, sirviendo fielmente al Pueblo de Dios, confirme a sus hermanos en la fe y guíe sabiamente la nave de la Iglesia.
REFLEXIÓN: Si Jesús no estuviese vivo hoy, no podríamos mantener con El un trato personal de amistad. Pero Jesús vive, resucitado, y en la Eucaristía nos ofrece de modo singular su Presencia Real, su Cuerpo y su Sangre, su Humanidad y su Divinidad. El don supremo de su amor (el sacrificio de la cruz) se prolonga en la Misa, se nos da en la Comunión.
El Corazón de Jesús y la Eucaristía están íntimamente unidos.
RECORDAR: El día 24 (Sagrado Corazón de Jesús) y el 29 (Santos Apóstoles Pedro y Pablo) los socios del Apostolado de la Oración pueden ganar indulgencia plenaria.
PENSAR: El amor de Dios no nos aleja de los hombres; al contrario.
San Juan de Dios encontró un día un pobre medio cubierto de harapos y lleno de heridas. Lo cargó sobre sus hombros, lo llevó a casa, se puso a lavarle las heridas; y notó que las heridas de los pies se parecían a… Juan, -dijo el “pobre”-, sí, soy Jesús. Todo lo que haces a los pobres me lo haces a Mí.
Y Juan quedó ante el lecho repentinamente vacío con la toalla entre las manos y una gran alegría en el corazón.
PATRONO DEL APOSTOLADO DE LA ORACIÓN EN JUNIO: SAN JUAN BAUTISTA, precursor – DÍA 24.