- San NÉSTOR, obispo y mártir. En Perge, Turquía. En la persecución de Decio fue condenado por el prefecto a morir en una cruz. (250).
- San CESÁREO, médico. En Nacianzo, en Capadocia. Hermano de San Gregorio de Nacianzo. (369).
- Santa ALDETRUDIS, virgen y abadesa. En Galia belga. (526).
- Santa WALDBURGIS, abadesa. En Franconia, hoy Alemania. Sus hermanos San Bonifacio, San Willibaldo y San Winebaldo la convencieron para que fuese de Inglaterra a Germania, donde rigió aquel monasterio de doble comunidad de monjas y monjes. (779).
- San GERLANDO, obispo. En Sicilia. Organizó su iglesia después de la presencia sarracena. (1100).
- Beato ROBERTO de ARBRISSEL, presbítero. En Aquitania. Predicando públicamente la conversión de costumbres, reunió hombres y mujeres en el Monasterio de Fontevrault, bajo el gobierno de una abadesa. (1116).
- Beato AVERTANO, peregrino y religioso. En Lucca, Italia. Carmelita. (1386).
- Beato SEBASTIÁN APARICIO, terciario. En México. Siendo pastor de ovejas fue de España a México, donde reuniría una gran fortuna con la que ayudó a los pobres, y tras haber enviudado dos veces, fue recibido como terciario franciscano. Falleció casi a los cien años. (1600).
- Beato DOMINGO LENTINI, presbítero. Basilicata, Italia. Ejerció un fructuoso y variado ministerio, cimentado en una vida de humildad, oración y penitencia. (1828).
- Beata MARÍA ADEODATA PISANI, virgen y abadesa. Isla de Malta. Benedictina. Abadesa del monasterio de San Pedro, con sabia administración de su tiempo, a la vez que cumplía su propia misión, mostró gran interés por los pobres y abandonados, y contribuyó así al bien de la comunidad. (1855).
- San LORENZO BAI XIAOMAN, mártir. En Guangxi, China. Artesano, y neófito. Prefirió ser azotado y decapitado antes que negar a Cristo. (1856).
- Santo TORIBIO ROMO, presbítero y mártir. En Guadalajara, México. Asesinado por ser sacerdote. (1928).
- Santos LUIS VERSIGLIA, obispo, y CALIXTO CARAVARIO, presbítero; mártires. En Guandong, China. Martirizados por haber dado asistencia a las personas que les estaban confiadas. (1930).
Hoy destacamos a BEATO CIRÍACO MARÍA SANCHA y HERVÁS
Nació en 1833 en Burgos, en el seno de una familia modesta de labradores.
A los diez años perdió a su madre, y a los trece a su hermana mayor.
Ingresó en el Seminario de Osma. Y en 1858 recibió la ordenación sacerdotal.
Fue profesor en el Seminario, a la vez que ampliaba estudios en Salamanca.
A propuesta del Arzobispo de Santiago de Cuba, en 1862 se trasladó a esta ciudad como secretario de cámara y de gobierno. Desarrolló allí una fecunda labor apostólica y en 1869 fundó las Hermanas de los pobres inválidos y niños pobres, llamadas Hermanas de la Caridad del Cardenal Sancha.
El anticlericalismo que acompañó a la I República en España incidió en el encarcelamiento de D Ciriaco en Cuba por haberse mantenido fiel a la Santa Sede, que no aceptó a la persona propuesta por el Gobierno para el Arzobispado de la Diócesis, que había quedado vacante.
En 1876 era consagrado obispo auxiliar de Toledo; en ese momento añada el nombre de “María” a su nombre propio.
Ejerció su ministerio en Madrid, preparando el camino para que fuera erigida en diócesis.
Organizó la asociación de la Propagación de la Fe, e impulsó la construcción de un templo en honor de Santa María de la Almudena.
En 1882 fue nombrado Obispo de Ávila, donde ejerció una gran labor apostólica acompañada de una profunda piedad.
Fundó la primera Trapa femenina en España, en Tiñosillos; y fomentó la organización de Congresos Católicos Nacionales, para remediar la lamentable falta de unión de los mismos.
Fue el segundo obispo de Madrid-Alcalá. Se ocupó de la reforma del clero, creó el Seminario Conciliar, y continuó las obras de la Catedral de la Almudena.
En 1889 organizó el I Congreso Católico nacional en Madrid; primero de una serie de seis. De estos surgiría la Junta Central de Acción Católica.
En 1892 fue trasladado a Valencia, donde enseguida organizó el I Congreso Eucarístico Nacional.
Motivado por la Rerum Novarum del Papa León XIII, fundó el Consejo Nacional de las Corporaciones Católico-Obreras, del que fue presidente, y como tal organizó la primera Asamblea Nacional de los Círculos.
Promovió en 1894 la peregrinación a Roma de 18000 obreros de toda España con motivo del jubileo episcopal de León XIII. Este mismo año era creado Cardenal.
En 1898 es nombrado Arzobispo de Toledo, Primado de España y Patriarca de las Indias Occidentales. Era un momento de tristeza en España al perder todo en Ultramar.
Intentó levantar los ánimos, empezando por su clero con la ayuda de Don Manuel Domingo y Sol.
Trabajó con celo incansable por la promoción social y espiritual de los más desfavorecidos, para lo que colaboró en la fundación de las Damas Catequistas.
Promovió la presencia de los jesuitas. Para dar impulso a la acción apostólica de los obispos, en 1907, convocó la I Asamblea del episcopado español, germen de la futura Conferencia de Metropolitanos. Comenzaba a aflorar una nueva generación de obispos, más apostólica y más libres de personalismos y trabas políticas.
Quebrantada su salud por su incansable actividad, fallecía en 1909, en Toledo, el “padre de los pobres”.