“Pero, ¿qué es querer?”
Acercándose la festividad del mártir romano San Valentín que desde muy temprano se ha considerado “patrón de los enamorados”, ofreceremos algunas consideraciones acerca del noviazgo, una de las etapas de la vida más hermosas que existe y que merece la pena revalorizar en todo su sentido. Seguiremos algunas de las exposiciones de José María Contreras, uno de los expertos en noviazgo, y temas conyugales de España, muy conocido por su presencia en la ya extinta “Popular TV” y otros medios de comunicación españoles. Actualmente, y desde hace años, se le puede escuchar en Radio María donde llena sus intervenciones de sentido común y de sentido del humor.
Mucha gente en conversaciones coloquiales, o en los medios de comunicación, habla del amor y no tiene ni idea de lo que esa palabra significa. Se ha convertido en una PALABRA EQUÍVOCA, cada uno la utiliza a su manera.
Si aparece en los “medios” una persona hablando de amor, hay que estar un rato para entender cuál es su concepto, al poco sale otro y te cuenta que para él el amor es otra cosa. Esta confusión ha hecho MUCHO DAÑO en las relaciones de noviazgo y está llevando a muchos fracasos matrimoniales. Más bien, ya llevó.
Si a lo que aspira todo ser humano es a QUERER Y SER QUERIDO, todo el mundo tendría que tener un concepto UNÍVOCO del amor, es decir, que todos dijésemos cosas parecidas. Al menos en lo fundamental. Esto, como se puede apreciar fácilmente, no es así, porque se está confundiendo AMOR CON SENTIMIENTO.
No es que el sentimiento no forme parte del amor, pero NO LO ES TODO. El amor es un ACTO DE LIBERTAD, el SENTIMIENTO NO. Yo no puedo elegir mi estado de ánimo, en cambio, puedo elegir mis amores. Si el amor fuera sólo sentir, al poder elegir yo mis sentimientos, sería un acto no libre, y, precisamente, la primera condición que requiere el amor es la LIBERTAD. Una persona no libre, no puede querer.
Por tanto, todo este juego de sentimiento que nos está viniendo por los “medios” ha confundido a toda una generación.
No formar a la gente en una cosa tan importante como el amor es condenar a una generación al FRACASO PERSONAL.
Cuando se quiere tenemos la certeza de que queremos. Cuando no se siente no es que no queramos, es que…no sentimos. ¿Qué hacer? HAY QUE RECURRIR A LA INTELIGENCIA Y A LA VOLUNTAD.
El amor está sustentado por la inteligencia, la voluntad y el sentimiento. Si el sentimiento ayuda, fenomenal. Cuando esto no ocurre, habrá que recurrir más a la voluntad y a la inteligencia. Se dice más, porque siempre, siempre hay que tenerlas presentes, aunque haya sentimientos.
Cuando uno cree que el amor es sólo sentimiento, y que el hecho de no sentir equivale a no amar, se está abocando al fracaso. Los sentimientos, por su misma naturaleza, tienden a disminuir. Los sentimientos “son” así.
Mucha gente acude buscando ayuda diciendo que ya no sienten. Pero eso no significa que no quieran. Quiere decir que no sienten. Pero el amor permanece.
Evidentemente, sentir es muy bonito.
Por desgracia, los grandes “formadores” mediáticos de la sociedad (deformadores más bien que han llevado al fracaso afectivo y matrimonial a cientos de miles de personas), y otros, han contribuido a esta insana confusión.
Podríamos decir, finalmente, que “querer” es “querer querer”, todos los días. Depende de mi voluntad que se apague el amor más que del sentimiento.