OFRECIMIENTO DIARIO POR LA IGLESIA
- Ven Espíritu Santo
inflama nuestros corazones
en las ansias redentoras del Corazón de Cristo. - Para que ofrezcamos de veras
nuestras personas y obras
en unión con Él
por la redención del mundo.
Señor mío y Dios mío Jesucristo:
Por el Corazón Inmaculado de María
me consagro a tu Corazón,
y me ofrezco contigo al Padre
en tu Santo Sacrificio del altar,
con mi oración y mi trabajo,
sufrimientos y alegrías de hoy,
en reparación de nuestros pecados
y para que venga a nosotros tu ReinoTe pido en especial:
Por el Papa y sus intenciones,
Por nuestro Obispo y sus intenciones,
Por nuestro Párroco y sus intenciones,
Por nuestra Parroquia y sus necesidades.
INTENCIÓN UNIVERSAL: Por las mujeres religiosas y consagradas.
Recemos por las mujeres religiosas y consagradas, agradeciéndoles su misión y valentía, para que sigan encontrando nuevas respuestas frente a los desafíos de nuestro tiempo.
INTENCIÓN CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA: Por los consagrados.
Para que a través del amor a Jesucristo sean testigos y servidores del Evangelios, perseverando en los consejos de pobres, castidad y obediencia.
REFLEXIÓN: la devoción al Corazón de Jesús quiere hacernos vivir con Cristo, vivir la vida de Cristo, vivir para Cristo y sus intereses (el bien de toda la Iglesia y la salvación de todos los hombres). Si vives seriamente la devoción al Corazón de Jesús, la práctica de los Primeros Viernes no te parecerá una fórmula rutinaria, de piedad intimista; te dará un corazón redentor, lleno de “sometimientos de Cristo Jesús”.
RECORDAR: El Apostolado de la Oración nos hace caer en la cuenta de que podemos y debemos ser “redentores con Cristo Redentor”. Y esto, no sólo cuando haceos oración expresamente, o cuando hacemos un apostolado específico, sino por el ofrecimiento diario de nuestra vida personal, familiar, profesional. Con este ofrecimiento de la vida y el quehacer cotidianos, unidos a la inmolación de Cristo en la Eucaristía, ¡estamos salvando el mundo!
PENSAR: Si en mi vida no sirvo para los demás no sirvo para vivir.
PATRONO DEL APOSTOLADO DE LA ORACIÓN EN ENERO: SANTA ÁGUEDA, VIRGEN Y MÁRTIR – 5.