Conociendo el Evangelio de San Lucas – 6

by AdminObra

A partir de estos días veremos ya algunas características internas de este Evangelio, aunque en distintos momentos van saliendo aspectos de esta Escritura pues todos los elementos que la conforman están relacionados.

Veremos su relación con lo histórico.

EVANGELIO EN LA HISTORIA

La historia es relevante para todos los Evangelios; pero San Lucas es por antonomasia el Evangelista HISTORIADOR, como se manifiesta desde el prólogo (Lc 1, 1-4). Allí afirma que para componer su obra ha investigado, no sólo los escritos anteriores (como se da a entender), sino todo tipo de información proveniente de los testigos presenciales.

Su afirmación inicial es ya una declaración de intenciones (Lc 1, 3), hacer las cosas con “precisión”. El rasgo de todos su Evangelio, la rigurosidad.

Los estudiosos nos dicen que la palabra “año” aparece en boca del narrador una sola vez en San Mateo, do en San Marcos y una en San Juan. En San Lucas se usa hasta 9 veces. Este dato permite detectar una tendencia a ser PRECISOS, entre otras cosas, la edad de las personas que aparecen en su Evangelio y el tiempo que duran determinados acontecimientos.

Ya el Evangelio se abre con una referencia histórica “En los días de Herodes” (Lc 1, 5); el Nacimiento de Jesús queda también encuadrado con precisión dentro de la cronología del Imperio Romano (ésa es la intención, al menos de San Lucas) (Lc 2, 1-2). Y al comienzo del capítulo 3 tenemos de nuevo una introducción histórica, la más larga y precisa del Evangelio, que enmarca el comienzo del ministerio del Bautista en las coordenadas de la historia profana y judía “En el año decimoquinto del imperio del emperador Tiberio, siendo Poncio Pilato gobernador de Judea, y Herodes tetrarca de Galilea, y su hermano Filipo tetrarca de Iturea y Traconítide, y Lisanio tetrarca de Abilene, bajo el sumo sacerdocio de Anás y Caifás”.

Poncio Pilato, evidentemente, aparece en los cuatro Evangelios. Tanto Herodes, tetrarca de Galilea, como su hermano Filipo son conocidos para San Mateo y San Marcos. Caifás aparece en San Mateo y San Juan, y Anás sólo reaparece en San Juan. Por lo demás, Herodes, el rey de Judea protagoniza el capítulo 2 de San Mateo. Los demás personajes Augusto, Quirino, Tiberio y Lisanio sólo aparecen en San Lucas.

Pero no debemos pensar que este interés es afán de erudición o cronístico, al estilo de un cronista. San Lucas no quiere ser un cronista. San Lucas escribe una HISTORIA TEOLÓGICA: presenta a Jesús y la Iglesia como CULMINACIÓN DE LA HISTORIA no solo de Israel, sino de toda la humanidad. Esto se aprecia singularmente en la genealogía de Jesús (Lc 3, 23- 28); a diferencia de San Mateo, que comienza en Abraham, San Lucas describe a Jesús como “hijo de Adán, hijo de Dios” (Lc 3, 38): el UNIVERSALISMO que se desplegará en el libro de los Hechos de los Apóstoles se incoa ya desde esta narración evangélica, pues si Jesús es “hijo” de Adán, está “emparentado” con todos los hombres. Toda la historia de la humanidad CONDUCE hacia El.

San Lucas escribe, entonces, historia, pero HISTORIA SAGRADA. Los estudiosos dicen que es el más consciente de escribir como un historiador, si bien en su obra evangélica el componente histórico es un vehículo a través del cual se interprete o muestre el contenido religioso o teológico.

A San Lucas le interesa la precisión histórica porque en la historia de Jesús, una historia humana singular dentro de la historia de Israel y de la humanidad, ha descubierto el FUNDAMENTO de la fe cristiana, la “solidez” de las enseñanzas santa que él mismo ha recibido. La fe en Jesús se APOYA en la historia. El UNIVERSALISMO de la misión eclesial se enriquece con su TEOLOGÍA DE LA HISTORIA.