- SANTOS INOCENTES, mártires. Ejecutados en Belén de Judá por el impío Herodes buscando ejecutar al Niño Dios.
- San TEONA, obispo. En Alejandría de Egipto. (300).
- San ANTONIO, monje. En la Provenza. Llevó una vida solitaria y, siendo anciano, se recluyó en el monasterio de Lérins donde murió piadosamente. Docto y amable. (520).
- Beata MATÍAS NAZZARENI, abadesa. En las Marcas, Italia. Clarisa. (1326).
- Beata CATALINA VOLPICELLI, virgen. En Nápoles. Entregada a la asistencia de los pobres y enfermos, fundó el Instituto de Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, con la finalidad de que éste siempre manifestase una caridad activa. (1894).
- Beato GREGORIO KHMYSYN, obispo y mártir. En Ucrania. Martirizado por un régimen criminal. (1945).
Hoy recordamos especialmente a:
SAN GASPAR del BUFALO.
Nació en Roma en 1786 en el seno de una familia noble. Estudió en el Colegio Romano y en 1808 recibió la ordenación sacerdotal.
Fue nombrado canónigo coadjutor de la Basílica de San Marcos y se dedicó al apostolado entre las clases sociales más deprimidas. A él se debe la evangelización de los campesinos de la campiña romana.
Era el tiempo en que Napoleón estaba extendiendo sus dominios. En 1809 se apoderó del Papa Pío VII y lo preso a Francia donde lo retuvo hasta 1814.
Gaspar se negó a prestar juramento de fidelidad a Napoleón, por lo que fue desterrado y hubo de estar cuatro años en las cárceles de Italia y Córcega.
Liberado en 1813, recibió al poco tiempo orden del Papa de dedicarse a las misiones populares. Y así lo hizo.
Eligió como medio de enfervorizar a los fieles la devoción a la Preciosísima Sangre de Cristo, en cuyo honor fundó en 1815 la Congregación de Misioneros.
Después de un esforzado apostolado, no exento de dificultades que San Gaspar superó con humildad y fortaleza, murió en 1838.