Hoy ofrecemos la película “Quo Vadis?” (Mervin LeRoy, 1951).
Nos cuenta que el general Vinicio vuelve a Roma después de pasar varios años combatiendo en el extranjero. Conocerá a Ligia, de la que se enamorará pero con la que no podrá tener una relación en firme pues ella es cristiana, y él, pagano. Vinicio acudirá hasta el mismo emperador Nerón para conseguir que se la entregue como sea.
Son los años en los que se filman auténticas maravillas para el disfrute y para admirar de películas de “romanos”. Recordemos “Ben-Hur”, “Los Diez Mandamientos”, “La túnica sagrada” … y muchas más.
La película de hoy tiene presente a una italiana “Fabiola” (1949) que estaba basada en la novela homónima del Cardenal Nicholas Wiseman, inglés, con la que había querido animar a los católicos ingleses a vivir su fe con fidelidad comparándolos con los primeros cristianos. Recordemos que se está entrando en una edad dorada del catolicismo inglés gracias a conversiones de personajes muy famosos del anglicanismo y a la fuerza de algunos cardenales como el citado y algunos más.
La enseñanza, pues, que nos deja esta cinta, con grandes estrellas del momento dorado de Hollywood, Robert Taylor, Deborah Kerr, Peter Ustinov (el malo malísimo Nerón que interpretó maquiavélicamente bien), es que, a pesar de tener de telón de fondo la novela susodicha, el título nos sitúa en la pregunta, que, según la tradición, San Pedro dirige a Jesucristo cuando aquél abandona Roma. Jesucristo, en esa aparición mística, llegada a nosotros apócrifamente, le responde “Vuelvo allí para hacerme crucificar de nuevo”. De este modo, San Pedro entendió que no debía huir. Y, tras regresar, sufrirá crucifixión boca abajo.
De la película podemos, entonces, entender como los primeros cristianos se fortalecían en la fe en comunidad. Que ante la prueba del martirio y de la persecución lo natural es huir, pero que el Señor nos fortalece para que vivamos su propia Cruz.