- Extensión de la Comunión de los Santos:
Las relaciones entre la Iglesia triunfante y la Iglesia purgante están calcadas sobre el ejemplo de lo que ocurre entre la Iglesia terrena y la celeste. Las Almas pueden suplicar a los Santos; los Santos y los Ángeles no sólo pueden aliviar con sus apariciones a las Almas que sufren en el Purgatorio, sino que pueden ayudarles con su intercesión, que es en sí misma, sin embargo, inferior a nuestros sufragios, ya que las Almas tienen necesidad sobre todo de sufragios, esto es, de obras satisfactorias para pagar su pena temporal; y éstas pueden ser proporcionadas tan sólo por la Iglesia militante.
La Comunión de los Santos, pues, nos revela la plenitud de la vida y de la acción, porque la Iglesia está modelada sobre la Trinidad Divina, en la cual el ser y el obrar pertenecen, aunque sea a títulos diversos, a la unidad de la naturaleza y a la Trinidad de las Personas.