Consideración sacerdotal
“Aunque los presbíteros se deben a todos, sin embargo, tienen encomendados de manera especial los pobres y los más débiles, con los que el Señor mismo se muestra unido y cuya evangelización se da como signo mesiánico. También han de acompañar con atención especial a los jóvenes, a los esposos y a los pobres. Es de desear que éstos se reúnan en grupos de amigos para ayudarse unos a otros a vivir cristianamente, con más facilidad y plenitud, en la vida a menudo difícil. Los presbíteros han de tener presente que todos los religiosos, hombres y mujeres, merecen una atención especial en orden a su progreso espiritual para bien de toda la Iglesia, pues son un parte excelente en la casa del Señor. Finalmente, deben preocuparse sobre todo de los enfermos y moribundos, visitándolos y consolándolos en el Señor”.
(Decreto Presbyterorum Ordinis).