- San MARCIANO, obispo. Siracusa. Primer obispo de la ciudad. (s. II).
- San SERAPIÓN, obispo. Antioquía. Célebre por su erudición y doctrina. (211).
- Santa EUTROPIA, mártir. Alejandría de Egipto. Por negarse a rechazar a Cristo fue torturada hasta la muerte. (s. III).
- San MARCELO, centurión y mártir. Mauritania. No quiso ofrecer sacrificios en honor al emperador, por lo cual se sacó sus insignias militares. Fue decapitado por ello. (298).
- Santos CLAUDIO, LUPERCIO y VICTORIO, mártires. León. (303).
- San GERMÁN, obispo. Capua. (540).
- San GERARDO, obispo. Potenza. (1122).
- Beata BIENVENIDA BOIANI, virgen. Venecia. Hermana de la Penitencia de Santo Domingo, que pasó su vida entregada a la oración y a la austeridad. (1292).
- Beato JUAN SLADE, mártir. Winchester. Por negar la competencia de la reina Isabel I en las cuestiones espirituales fue ahorcado y descuartizado. (1583).
- Beato ÁNGEL, presbítero. Acri. Capuchino. Viajó por todo el Reino de Nápoles predicando la Palabra de Dios en un estilo adaptado a la gente sencilla. (1739).
- Beato JUAN MIGUEL LANGEVIN, presbítero y mártir. Angers, Francia. Decapitado por razón de su sacerdocio, fue el primero de una larga lista de más de cien hombres y mujeres que durante la Revolución Francesa permanecieron unánimes y constantes en la confesión de la fe. (1794).
- Beato ALEJO ZARYCKYJ, presbítero y mártir. Dolinka, Kazajastán. Fue deportado a un campo de concentración por los comunistas donde fallecería. (1963).
Hoy recordamos especialmente al Beato TERENCIO ALBERTO O´BRIEN
En Limerick, de Irlanda, muerte del beato Terencio Alberto O’Brien, obispo y mártir, de la Orden de Predicadores, que, nombrado para la sede de Emly, trabajó con empeño en favor de los afectados por la peste, pero, bajo el régimen de Oliver Cromwell, fue detenido por los soldados y conducido al patíbulo en odio a la fe católica.
Nació en Cappamore (Irlanda) el año 1601. Era descendiente de la antigua casa real irlandesa. En 1621 ingresó en la Orden de Predicadores en el convento de Limerick y pasó a España para hacer los estudios en Toledo. Estando en España se ordenó de sacerdote en 1627. Recibió una magnífica formación en teología y cánones, así como en el espíritu misionero y ascético de su Orden. Volvió a Irlanda y se acreditó entre sus compañeros de hábito que lo eligieron prior de varias casas y, repetidamente, provincial. Por serlo, marchó a Roma y asistió al capítulo general de 1644, donde recibió el título de «Maestro en teología». Acreditado ante el papa Urbano VIII, que conocía su magnífica preparación y celo apostólico, el pontífice lo designó obispo de Emly, consagrándose el año 1648. Volvió a Irlanda y con toda valentía y entereza se entregó al cumplimiento de sus deberes pastorales, conquistando el amor de sus fieles. Estaba en Limerick cuando Luis Ireton cercó la ciudad, que hubo finalmente de rendirse. El obispo fue hallado en el lazareto prestando sus servicios a los enfermos. Fue arrestado y se le ofreció dinero para que se marchara de la ciudad, pero él se negó. Entonces fue condenado a muerte por la corte marcial. Con serenidad y prudencia habló al pueblo palabras de exhortación antes de ser ejecutado. Padeció martirio el 30 de octubre de 1651.