- Santos LUCIANO y MARCIANO, mártires. Nicomedia. En tiempo de Decio fueron quemados vivos. (250).
- San ROGACIANO, presbítero. Cartago. Durante la persecución de Decio, su obispo, San Cipriano, confió la administración de la Iglesia de Cartago, y que junto con San Felicísimo padeció torturas y cárceles. (s. III).
- San AMANDO, obispo. Estrasburgo. Primer obispo de la ciudad. (s. IV).
- San RÚSTICO, obispo. Narbona. Deseoso de abandonar su función para retirarse a una vida de silencio, convencido por el papa San León Magno y reconfortado, permaneció en el cargo y en el trabajo que se le había confiado. (461).
- San CEDA, obispo. Lastingham, Northumbría. Hermanos de San Ceada, ordenado obispo de los sajones orientales por San Finano, distinguido por asentar los cimientos de esta nueva Iglesia. (664).
- San EATA, obispo. Hexham, Northumbría. Varón dulce y sencillo, que rigió a la vez varios cenobios e iglesias, hasta que, al regresar a Hexham, fue elegido obispo y abad, sin dejar de llevar una vida ascética. (616).
- San SIGEBALDO, obispo. Metz. Fundador de diversos monasterios. (741).
- San ALBUINO, obispo. Heresfeld, Germania. Primer obispo de Bürberg, el cual, oriundo de Inglaterra, fue llamado por San Bonifacio y recibió el encargo de sembrar la simiente de la Palabra en la región de Hesse. (786).
- San FULCO, obispo. Pavía. De origen escocés, fue varón pacífico, insigne por su trabajo y su caridad. (1229).
- Beato BUENAVENTURA de POTENZA, presbítero. Ravello, Campania. Capuchino. Se distinguió por su obediencia y caridad. (1711).
Hoy recordamos especialmente al Beato DAMIÁN FURCHERI
Damián Furcheri nació a principios del siglo XV en el pueblecito de Perti, cerca de Finario, que es actualmente Finale Borgo, no lejos de Génova. Algunos historiadores muy posteriores cuentan que, cuando Damián era aún muy niño, fue raptado por un loco. Una luz milagrosa señaló a quienes le buscaban el sitio en que el secuestrador había escondido al niño. Damián ingresó, bastante joven, en la orden de Santo Domingo y llegó a ser un predicador muy famoso en Lombardía y Liguria. Murió en 1484, en Reggio, cerca de Módena y allí fue sepultado. Después de su muerte, se le atribuyeron numerosos milagros.