El Papa asegura que el Espíritu Santo es el vínculo de unidad entre los esposos en el matrimonio cristiano

En su Audiencia General de este miércoles, el papa Francisco ha destacado el papel esencial del Espíritu Santo en la vida matrimonial, recordando que este sacramento es una expresión del amor trinitario y un camino hacia la unidad y la donación mutua entre los cónyuges.

by AdminObra

(InfoCatólica) Durante la Audiencia General celebrada en la Plaza de San Pedro este miércoles 23 de octubre, el Papa Francisco continuó con su serie de catequesis sobre el Espíritu Santo, centrándose en esta ocasión en la relación entre el Espíritu y el sacramento del matrimonio. En sus palabras, el Pontífice subrayó que «el matrimonio cristiano es el sacramento del hacerse don, el uno para la otra», destacando cómo este vínculo sagrado se inserta en el plan de Dios desde la creación de la humanidad.

El Santo Padre comenzó recordando que, como enseña la Iglesia, el Espíritu Santo es el vínculo de amor entre el Padre y el Hijo dentro de la Santísima Trinidad. Esta comunión de amor se refleja de manera especial en el sacramento del matrimonio, donde el hombre y la mujer se unen en una entrega mutua. Citando a San Agustín, uno de los grandes Padres de la Iglesia que profundizó en la doctrina sobre el Espíritu Santo, Francisco explicó que «el amor presupone alguien que ama, alguien que es amado y el amor mismo que los une». De esta manera, el Espíritu Santo actúa en el matrimonio como un vínculo divino que fortalece la unidad entre los esposos.

«La pareja humana es la primera y más básica realización de la comunión de amor que es la Trinidad», afirmó el Papa, subrayando la importancia de que los cónyuges formen un «nosotros», una unidad que no solo los une a ellos como pareja, sino que también fortalece a toda la familia, particularmente a los hijos. En este sentido, Francisco señaló que los hijos necesitan ver la unidad de sus padres para crecer en un ambiente de amor y estabilidad. «¡Cuánto sufren los hijos de padres que se separan, cuánto sufren!», lamentó el Papa, recordando el dolor que genera la falta de unión en el hogar.

El Papa también destacó la importancia del Espíritu Santo en la vida conyugal, explicando que «allí donde entra el Espíritu Santo, renace la capacidad de entregarse». Según algunos Padres de la Iglesia, el Espíritu es también la razón de la alegría que reina en la vida trinitaria, y esta alegría puede trasladarse a los matrimonios que invocan al Espíritu Santo para renovar su relación. Francisco recordó el milagro de las bodas de Caná, donde Jesús transformó el agua en vino, señalando que el Espíritu Santo puede realizar un milagro similar en la vida de muchos matrimonios. «El Espíritu Santo sigue realizando, en el plano espiritual, el milagro que Jesús realizó en aquella ocasión, a saber, cambiar el agua de la costumbre en una nueva alegría de estar juntos», afirmó el Papa.

En su reflexión, el Pontífice insistió en que la preparación para el matrimonio no debe limitarse solo a aspectos jurídicos, psicológicos o morales, sino que es fundamental que incluya una profunda formación espiritual. «No estaría mal si, junto a la información de orden jurídico, psicológico y moral que se da en la preparación de los novios al matrimonio, se profundizara en esta preparación “espiritual”, el Espíritu Santo que hace la unidad», señaló Francisco. En este sentido, el Papa destacó que el Espíritu Santo es esencial para mantener la unidad y el amor en el matrimonio, actuando como un «dedo de Dios» que fortalece la relación entre marido y mujer.

Para concluir, el Papa reconoció que la vida matrimonial presenta desafíos, especialmente en el contexto del mundo actual, pero afirmó que la unidad conyugal es posible con la ayuda del Espíritu Santo. Citando el Evangelio, advirtió que construir un matrimonio sobre bases frágiles, como si fuera sobre arena, puede llevar al fracaso, mientras que edificar sobre la roca sólida del amor divino trae consigo una unión duradera y llena de alegría. «Las consecuencias de los matrimonios construidos sobre arena están, lamentablemente, a la vista de todos, y son sobre todo los hijos quienes pagan el precio», reiteró.