CONOCIENDO A LOS PROFETAS – JEREMÍAS – 66

by AdminObra

ENSEÑANZAS: LA SALVACIÓN

Jeremías era testigo de que la persistencia en el pecado y el olvido de Dios habían generado un corazón obstinado y rebelde, en el que apenas había lugar para la esperanza de reaccionar y cambiar.

No cabía achacar al Señor la responsabilidad de tanta rebeldía, sino a la continua y constante infidelidad de Israel.

Tanto pecado conducía necesariamente al castigo y a la desgracia.

Pero la última palabra de Dios no es la destrucción, sino la restauración.

En el libro de Jeremías hay muchos oráculos que anuncian la salvación definitiva.

En efecto, los que fueron deportados por las diversas naciones se reunirán de nuevo y Dios los hará volver a su país.

Ese retorno no se referirá sólo a un desplazamiento geográfico, que sería poco importante, se ha de referir sobre todo a la conversión del corazón.

No es fruto del esfuerzo ético del pueblo, sino un don gratuito de Dios, pues el Señor cambiará sus corazones e infundirá en ellos su temor para que permanezcan fieles a la Alianza.

Por eso, la Nueva Alianza que el Señor hará con su pueblo estará grabada de modo indeleble en sus corazones para que perdure siempre (Jr 31, 33).

(Jr 23,  5-6).