- San MARCELO, mártir. Capua. (s. III).
- Santa JUSTINA, virgen y mártir. Padua. (s. III).
- Santos SERGIO y BACO, mártires. Betsaloe, Siria. (s. III).
- San MARCOS, papa. Roma. Fundó el título “in Pallacinis”, y edificó una basílica en el cementerio Balbina. (336).
- San AUGUSTO, presbítero y abad. Bourges, Aquitania. Una enfermedad le tenía las manos y pies anquilosados, de manera que se apoyaba sobre las rodillas y codos, y que fue milagrosamente curado por intercesión de San Martín. Reunió a muchos monjes y se dedicó a la plegaria continua. (560).
- San PALADIO, obispo. Saintes, Aquitania. Erigió una basílica sobre el sepulcro de San Eutropio y fomentó el culto de los santos en su ciudad episcopal. (596).
- San MARTÍN CID, abad. Reino de León. Fundó el cenobio de Bellafuente y lo agregó a la Orden Cisterciense. (1152).
- Beato JUAN HUNOT, presbítero y mártir. Rochefort. Encarcelado en un barco donde fue fiel a Dios hasta la muerte. (1794).
Hoy recordamos especialmente al BEATO JOSÉ LLOSÁ BALAGUER.
Nace en Benaguasil (Valencia) en 1901, hijo de Antonio y Francisca. Estudia con los Terciarios Capuchinos. Ingresa al Instituto en 1917. Termina los estudios sacerdotales, pero no se considera digno de ordenarse. Tímido, muy bien dotado para la música y el canto. Muy bien preparado en lo cultural, moral y religioso. Sumamente cordial, entregado a su ministerio, amante de su tierra y de su familia.
Trabajó siempre en Madrid, en el Colegio Fundación Caldeiro. Al estallar la guerra civil, se refugia primero en Meliana, luego en su pueblo natal, y finalmente en el barrio de Velluters, de Valencia. Detenido el 1 de octubre de 1936, la víspera del martirio, sabiendo que sería asesinado al día siguiente, se prepara con un sacerdote también prisionero, se confiesa, acepta el martirio y perdona a sus asesinos. Fue ejecutado en los límites de su pueblo natal, en Benisanó.