Considerada una orden mendicante, surgida en el apogeo de la Edad Media.
Tuvieron su origen en Florencia, cuando las luchas entre güelfos (defensores del Papa) y gibelinos (defensores del emperador) ensangrentaban aquellas calles.
Dios suscitó unos varones santos que con su palabra y ejemplo predicasen penitencia y caridad.
Bonfiglio Monaldi, florentino, sería el principal de ellos.
Movidos por sus virtudes, otros seis florentinos ricos e influyentes, miembros como él de una cofradía dedicada a honrar a Nuestra Señora, se le juntaron, y estando todos juntos, el día de la Asunción de la Virgen (15 de agosto de 1233), haciendo oración, se les apareció la Virgen, y les animó a renunciar al mundo.
Ellos repartirían sus bienes a los pobres, y el 8 de septiembre, en una iglesita de las afueras, cambiaron sus vestidos por un hábito gris.
Los nombres de los “siete fundadores” son:
- Bonfiglio Monaldi (el superior)
- Juan de Bonagiunta
- Bartolomé de Amidei
- Manetti dell’Antella
- Ricovero de Ugoccione
- Geraldino de Sostegni
- Alejo Falconieri
Se retiraron el 31 de mayo de 1234 al monte Senario para huir de las multitudes que se les acercaban. Allí vivieron anacoréticamente.
Seguirían la Regla de San Agustín.
El viernes de Pascua de 1240 hicieron votos religiosos ante el obispo, de quien recibieron un hábito negro y el nombre de “Servi B. V. Mariae”. De este nombre, surgiría la denominación popular “servitas”.
De una primera vida contemplativa, surgiría una vida más apostólica centrada en la predicación a partir de 1250.
En seguida saldrían de Florencia para ser conocidos en otras ciudades de Italia, de Francia, de Alemania…
Característica de los “servitas” era la propagación del culto a la Virgen de los Dolores.
San Felipe Benizzi, sucesor de San Manetti dell’Antella en el generalato de la Orden, contribuyó a que ésta se dedicase al cultivo de la ciencia, y enviará a los frailes a Polonia, Hungría y aún a misiones a Tartaria y la India.
Lograrían apaciguar las iras entre güelfos y gibelinos.
Y predicarían en la corte del emperador Rodolfo de Habsburgo, el cual, con la emperatriz, se hizo terciario servita.
La rama femenina, o “segunda orden”, recibió los primeros estatutos de San Felipe, quien también puede considerarse, como fundador de esta Orden femenina. En Italia se las conoce como las “Mantelatas”. San Felipe fue el director espiritual de la madre fundadora, Santa Juliana de Falconieri (1341).