NATIVIDAD DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA

El origen de la festividad fue la dedicación en el siglo V de una iglesia en honor de la Virgen María en Jerusalén.

En el siglo VI hay testimonios de su celebración en Bizancio.

Es una fiesta de gran importancia en todo el Oriente cristiano por coincidir con el comienzo del año litúrgico bizantino.

De ahí la importó la Liturgia Romana en el siglo VII.

Es la primera fiesta relativa a la infancia de la Virgen María.

Al celebrar esta festividad, la Iglesia se llena de alegría y esperanza ante la aurora de salvación que es Ella para todo el mundo. Sus fórmulas acusan el influjo oriental y son singularmente exultantes.

Por su natividad, nos vendrá la primicia de la Redención.