Nos hemos encontrado con una nueva ideología que removerá los conceptos tradicionales de naturaleza humana y especies; imaginando la naturaleza como algo infinitamente maleable.
Esa nueva ideología –que podemos identificar plenamente con el transhumanismo y el posthumanismo- es la que ya experimentan los jugadores en los entornos de los videojuegos, porque todas las especies biológicas son vistas como depositarios de genes que pueden ser transferido e intercambiados entre unos y otros, generando entornos bizarros sin límites, donde cabe cualquier cosa híbrida que podamos imaginar.
En el escenario distópico y apocalíptico que se aventura, se simula la disolución del “yo consciente” y se empieza a vivir una identidad en transformación constante.
Los videojuegos, actualmente, pues, son como oráculos de lo que puede llegar a ser en el futuro una distopía biotecnológica. Temas, o situaciones, como: el apocalipsis, el imaginario ‘post-mortem’, la genetización de la biología, las consecuencias de la ingeniería genética y de una biología molecular, proponen un posthumanismo destructivo, un posthumanismo que asola con todas las conquistas de la historia humana. Los derechos humanos, la dignidad de la vida, las normas éticas y el respeto por las diferencias especies y su diversidad.
En los tiempos contemporáneos, donde se plantea la corrupción del ser humano a través de la hibridación entre el hombre y la IA, las máquinas y otras especies, así como el intento de superación de la naturaleza humana por una condición posthumana, resulta interesante espiritualmente estudiar el Apocalipsis de San Juan, el gran libro de carácter profético del NT con el que concluye la Gran Revelación de Dios al hombre. Y es que el Apocalipsis es una magnífica guía profética que nos trasmite un bello mensaje de esperanza y de confianza absoluta en el poder de Dios para el ser humana en los que tiempos que se avecinan.