- San HERMES, mártir. Roma. Vino de Grecia, y Roma lo acogió como hijo suyo. (s. III).
- San PELAGIO, mártir. Costanza, Suabia. (s. III).
- San JULIÁN, mártir. Clermont-Ferrand, Aquitania. Por consejo de San Ferreolo, fue a Brioude en tiempo de persecución y allí alcanzó la palma martirial. (s. III).
- San ALEJANDRO, obispo. Constantinopla. Su plegaria apostólica logró vencer a la herejía arriana. (336).
- San RESTITUTO, obispo. Cartago. (360).
- San VICINIO, obispo. Sarsina, Emilia-Romaña. Primer obispo del lugar. (s. IV).
- San VIVIANO, obispo. Saintes, Galia. (s. V).
- San MOISÉS ETÍOPE, anacoreta. Egipto. Era un ladrón. Se convirtió y convirtió a muchos de su condición de malhechores y los condujo a su monasterio. (400).
- San AGUSTÍN, obispo y doctor. Hipona. Convertido a la fe católica después de una adolescencia inquieta por los principios doctrinales y las costumbres, fue bautizado por San Ambrosio en Milán. Vuelto a su patria, llevó una vida ascética y entregada al estudio de las Sagradas Escrituras. Elegido obispo de Hipona, durante treinta y cuatro años fue maestro de su grey. La instruyó con sermones y numerosos escritos, con los cuales también combatió los errores de su tiempo y expuso con sabiduría y valentía la recta fe. (431).
- Santa FLORENTINA, virgen. Sevilla. Muy versada en las disciplinas eclesiásticas, a la cual sus hermanos los obispos San Isidoro y San Leandro dedicaron tratados de insigne doctrina. (s. VII).
- Beatos GUILLERMO DEAN, presbítero, y SIETE COMPAÑEROS, mártires. Londres durante el reino de Isabel I fueron ahorcados. (1588).
- San EDMUNDO ARROWSMITH, presbítero y mártir. Lancaster. Jesuita. Después de muchos años cuidando a sus fieles, durante el reinado de Carlos I, por ser sacerdote y haber llevado a muchos a la fe católica, fue condenado a morir en la horca. Muchos protestantes se opusieron a esta muerte. (1628).
- Beato JUNÍPERO SERRA, presbítero. Monterrey, California. Franciscano. Pasó por muchas dificultades y sufrimientos predicando el Evangelio en su propia lengua a las tribus todavía paganas de aquella región, y defendió con valentía los derechos de los pobres y los humildes. (1784).
- Beato CARLOS ARNALDO HANUS, presbítero y mártir. Rochefort. Encarcelado por ser sacerdote en una sórdida nave. Murió de enfermedad. (1794).
- Beato AURELIO, AMPLE ALCAIDE, presbítero y mártir. Valencia. Capuchino. Martirizado por odio a la fe. (1936).
- Beato ALFONSO MARÍA MAZUREK, presbítero y mártir. Nawojowa Góra, Polonia. Asesinado por su fe católica por los nazis. (1944).
Hoy recordamos especialmente a los Beatos JUAN BAUTISTA FAUBEL CANO y ARTURO ROS MONTALT
Juan Bautista nació en Lliria (Valencia). Casado con Patrocinio Olba Martínez, padre de tres hijos. Pirotécnico de profesión. Cuando llegó la República, pensó que había que defender los derechos de la comunidad católica dentro de la acción política y social y colaboró en la fundación de la Derecha Regional Valenciana junto con el sacerdote Miguel Alba, que sería fusilado el mismo día que él. Con este interés fundó en su pueblo escuelas católicas. Era miembro de la Acción Católica.
Cuando estalló la guerra civil, salvó el copón con las formas consagradas cuando la iglesia fue incendiada. Recogió en su casa a dos religiosas del monasterio de San Miguel, que fue clausurado. Fue detenido y llevado a Els Olivarets, donde lo torturaron con una aguja para hacer esteras, de allí fue llevado a la cárcel, donde le pudieron visitar sus familiares. Fue llevado al Gobierno Civil de Valencia y también a San Miguel de los Reyes, donde se pasó el tiempo orando. Junto con otros doce detenidos fue llevado al camino de Paterna, y Juan Bautista gritó “¡Viva Cristo Rey!” y fue fusilado.
Arturo nació en Vinalesa, en el seno de una familia modesta. Desde joven trabajó en la yutera para ayudar a su numerosa familia. Casado con María Llopis Sirer y padre de siete hijos. Fue un hombre de una gran espiritualidad interior y de conducta moral intachable. Su apostolado se desarrolló dentro de la Acción Católica y fue uno de sus fundadores en su pueblo. Se ocupó también de la acción social y fundó el Sindicato Católico para trabajadores de la fábrica de sacos. Cuando la República suprimió la enseñanza religiosa, batalló para que en su pueblo se fundara una escuela católica.
El comité republicano decidió arrestarlo por ser uno de los puntales católicos del pueblo. Durante su detención fue maltratado. Fue ejecutado en el camino de Moncada durante la guerra civil por pertenecer a la Acción Católica, junto con diez compañeros. Fue arrojado vivo al horno de cal.