- San URSICINO, mártir. Ilírico, Croacia actual. (s. IV).
- San MARCELO, obispo y mártir. Apamea, Siria. Por haber abatido un templo dedicado a Júpiter, murió a manos de paganos enfurecidos. (390).
- San EUSEBIO, fundador. Roma. (s. IV).
- San FACANANO, obispo y abad. Ross, Irlanda, actual. Fundó un monasterio, célebre por las enseñanzas de las ciencias sagradas y humanas. (s. VI).
- San ARNULFO, monje y obispo. Altenburg, Flandes. Se hizo monje después de ser soldado y, elevado al episcopado, se esforzó siempre por la paz y la concordia. Murió en el monasterio que él mismo había fundado. (1087).
- Beato SANTE de URBINO BRANCOISINI, seglar. Montebaroccio, Piceno. Terciario franciscano. (1390).
- Beatos MÁRTIRES de APULIA. Fueron 800 mártires. conminados a renegar de su fe durante una incursión de soldados otomanos, fueron exhortados por el Beato ANTONIO PRIMALDO, un anciano tejedor, a perseverar en la fe de Cristo. Fueron todos decapitados. (1480).
- Santos DOMINGO IBÁÑEZ de ERQUICIA, presbítero, y FRANCISCO SHOYEMON, novicio; mártires. Nagasaki. Dominicos. En tiempo de Tokugawa Yemitsu, recibieron la muerte por cristianos. (1633).
- Beata ISABEL RENZI, virgen. Emilia-Romaña. Fundadora de las Maestras Pías de la Dolorosa, puso todo su empeño en que las niñas pobres recibieran una formación humana y catequética en la escuela. (1859).
- Beato VICENTE RUBIOLS CASTELLÓ, presbítero y mártir. Valencia. Martirizado durante la persecución religiosa en España. (1936).
- Beato FÉLIX YUSTE CAVA, presbítero y mártir. Valencia. Martirizado durante la persecución religiosa en España. (1936).
Hoy recordamos especialmente a SAN MAXIMILIANO MARÍA KOLBE
Raimundo Kolbe nació en Zduska Wola en 1894.
En septiembre de 1911 profesó en los franciscanos conventuales, tomando el nombre de Maximiliano, al que añadió María cuando hizo la profesión solemne en 1914.
Su orden lo envió a Roma para hacer los estudios sacerdotales y allí recibió la ordenación de presbítero en 1918.
Vuelto a Polonia, se descubrió que padecía tuberculosis y los superiores le mandaron que, ante todo, procurara curarse, como así hizo. Ya mejorado fundó en 1922 diversas revistas de apostolado.
En 1927 fundó, junto a Varsovia, la Ciudad de la Inmaculada donde llegaron a habitar 800 religiosos dedicados a un intenso apostolado, tanto de la palabra como, sobre todo, de la prensa. Pasó a Japón en 1930 y fundó cerca de Nagasaki una segunda Ciudad de la Inmaculada. En 1936 volvió a Polonia.
Cuando su patria fue tomada por los nazis, estos lo arrestaron en 1941 y lo llevaron primero a la cárcel de Pawick y después al campo de concentración de Auschwitz.
En este campo tuvo lugar su martirio, pues, habiendo huido un prisionero, eligieron a diez para ser sacrificados como represalia.
Maximiliano oyó a uno de ellos lamentarse de que dejaba sin padre a sus hijos, y se ofreció al jefe del campo para sustituirlo, lo que el jefe aceptó.
Fue llevado a un barracón y se le abandonó para que muriera de hambre.
Pero, como tres semanas seguía aún vivo, en 1941 le pusieron una inyección letal.