- San ASPRENATO, obispo. Nápoles. Primer obispo de esta población. (s. III).
- San EUFRONIO, obispo. Autun, Galia Lugdunense. Edificó una basílica en honor a San Simforiano, y adornó el sepulcro de San Martín de Tours. (475).
- San MARTÍN, ermitaño. Campania. Vivió en una angosta cueva. (580).
- San PEDRO ANAGNI, obispo. Lacio. Brilló por la observancia monástica y por el celo pastoral, llevando a término la construcción de la iglesia catedral. (1105).
- Beato AGUSTÍN KAZOTIC, obispo. Apulia. Dominico. En un principio estuvo al frente de la iglesia de Zagreb y, después, por la hostilidad del rey de Dalmacia, asumió la sede de Lucera, donde desarrolló una gran ayuda en favor de pobres y necesitados. (1323).
- Beato SALVADRO FERRANDIS SEGUI, presbítero y mártir. Alicante. Martirizado por los seguidores del Frente Popular. (1936).
- Beatos ALFONSO LÓPEZ LÓPEZ, presbítero, y MIGUEL REMÓN SALVADOR, religioso; mártires. Barcelona. Franciscanos. Martirizados por seguidores del Frente Popular. (1936).
Hoy recordamos especialmente al Beato FRANCISCO BANDRÉS SÁNCHEZ
Era natural de Hecho, diócesis de Jaca y provincia de Huesca, donde nació el 24 de abril de 1896. Cuando tenía nueve años su familia se trasladó a Huesca e inscribió al niño en el colegio salesiano. En contacto con los religiosos sintió la vocación a la vida salesiana y fue acogido en la congregación el año 1914.
Hizo el noviciado y los votos religiosos y seguidamente los estudios eclesiásticos, ordenándose sacerdote el año 1922. Tras prestar diferentes servicios se le encomendó, en 1927, la dirección del colegio de Mataró, donde realizó una magnífica labor hasta 1934 en que fue enviado a dirigir la casa de Barcelona-Sarria.
Era un verdadero hombre de acción y de gobierno. Cuando estalla la revolución del 18 de julio de 1936, procuró mantener la serenidad y confiaba en que la presencia de tantos internos en el colegio serviría de parapeto para que la casa fuera respetada. Pero el día 21 a las cinco de la tarde los religiosos fueron expulsados del colegio. El director le dio a cada uno cien pesetas y les dijo que cada uno buscara refugio donde mejor pudiera. No cabía hacer otra cosa. Él se fue junto con otro religioso a la casa de su hermana Pilar, que los acogió.
Cuando supo la muerte de algunos religiosos quiso tomar el tren para dirigirse al extranjero, pero al carecer de pasaporte no le fue posible. En la noche del 3 de agosto varios milicianos se presentaron en casa de su hermana preguntando por don Ramón Cambó, que era el administrador del colegio. D. Francisco Bandrés dijo que no estaba pero que él era el director. Entonces fue arrestado sin que sirvieran sus alegatos de que su colegio hacía un gran bien social. Llevado al Hotel Colón, que era la sede del POUM (Partido Obrero Unificado Marxista), le fue quitada la vida en los calabozos.