CONOCIENDO A LOS PROFETAS – 9

by AdminObra

Los libros proféticos, que nombramos ayer, no se escribieron de un “tirón”.

Como la mayoría de los escritos bíblicos, tuvieron un proceso de redacción más o menos largo hasta llegar a la forma definitiva transmitida en el canon.

Hemos de decir que cada libro profético tiene mucha relación con el que personaje que lleva su nombre:

  1. Porque contiene a grandes rasgos su doctrina.
  2. Porque se sabe que algunas secciones fueron escritas directamente por el profeta o por su amanuense, por ejemplo, Baruc al dictado de Jeremías.

Es difícil llegar a las palabras originales del profeta (ipsissima verba). Por ello, se señalan tres capas de redacción correspondientes a tres momentos de la historia de su composición.

  1. Una parte corresponde al propio profeta.
  2. Otra parte corresponde a sus discípulos.
  3. Y la estructura literaria final es obra de un último redactor.

La Iglesia afirma que este proceso obedece siempre a la inspiración del propio Espíritu Santo.