31. SAN AMBROSIO de MILÁN – VII

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San Ambrosio dedicaría varios libros a mostrar la doctrina social de la Iglesia sobre la caridad y la justicia, como se ve en “Nabot” y en “Tobías”.

Mientras denuncia las injusticas sociales de los grandes latifundistas, propietarios, usureros y negociantes sin escrúpulos, se enfrenta también con valor al poder imperial cuando éste se ejerce con prepotencia.

Un ejemplo destacado es la penitencia que según una tradición le impuso al mismo Teodosio en 390, cuando ordenó destruir Tesalónica ante una rebelión de sus habitantes.

Aunque el emperador era niceno y reconocedor de la valía del obispo milanés, no se libró de la reprimenda del insobornable obispo cuando se acercó demasiado a los excesos de los antiguos emperadores paganos.

Valor, insobornable, celoso, pastor. Así instruyó a sus diocesanos.

A partir del próximo día, empezaremos a conocer a uno de los más grandes, no sólo de los Padres Latinos, pues era de la zona occidental, por decirlo así, ni sólo de todo el elenco de los Santos Padres en general, sino de toda la humanidad. Hablamos de SAN AGUSTÍN, discípulo de San Ambrosio.