- Santos MACEDONIO, presbítero, PATRICIA, su esposa, y MODESTA, su hija. En Nicomedia. (s. inc.).
- San SABINO, mártir. En Hermópolis, Egipto. Después de varios suplicios fue arrojado al río. (s. IV).
- Santa CRISTINA, mártir. En Persia. Azotada con varas, en tiempos del rey Cosroes I. (559).
- San PIENTIO, obispo. En Poitiers. Ayudó a la Beata Radegunda en la fundación de cenobios. (s. VI).
- San ELDRADO, abad. Valle de Susa, Italia. Apasionado del culto divino, revisó el salterio y promovió la construcción de nuevas iglesias. (840).
- San ANSOVINO, obispo. En el Piceno, Italia. (868).
- Beato AGNELO de PISA, presbítero. Oxford. Enviado por San Francisco a Francia y después a Inglaterra, estableció allí la Orden franciscana y promovió las Ciencias Sagradas. (1236).
- Beata FRANCISCA TRÉHET, virgen y mártir. En Mayenne, Francia. Congregación de la Caridad. Se dedicaba a la instrucción de los niños y al cuidado de enfermos. Fue guillotinada. (1794).
Hoy recordamos especialmente a los SANTOS RODRIGO y SALOMÓN
San Rodrigo nació en la localidad de Cabra (Córdoba, España), en tiempos de la invasión musulmana. Su familia se trasladó a Córdoba y allí fue ordenado sacerdote.
Era apóstol mozárabe y tenía dos hermanos musulmanes. Estos un día pelearon fuertemente y Rodrigo pretendió separarlos, pero acabó siendo insultado y golpeado.
Públicamente uno de sus hermanos dijo que se había convertido al Islam y había apostatado, a lo cual él respondió ante el juez haciendo pública su fe en Cristo. Esto provocó que las autoridades lo detuvieran y fuera encarcelado.
En prisión conoció a Salomón, acusado también de ser cristiano. Se hicieron amigos y juntos se sostuvieron en la fe.
El 13 de marzo del año 857 Rodrigo fue condenado a muerte, degollado y echado al río Guadalquivir.
Salomón murió mártir ese mismo año. En total, fueron 48 cristianos perseguidos por las autoridades musulmanas y desatendidos por la autoridad mozárabe cristiana, que quería estar a bien con el poder musulmán. Se los conoce como los Mártires de Córdoba.
El cadáver de Rodrigo fue recuperado y se le dio sepultura en la iglesia de san Ginés.