El 65% de lo recaudado va a la Custodia Franciscana de Tierra Santa, que trabaja directamente en esos países.
Otro 35% va al Dicasterio vaticano de las Iglesias Orientales, que lo usa para sostener el clero, formación cultural, estudios académicos y apoyar diversas diócesis de Oriente Medio (por lo general frágiles y pobres, y de ritos orientales).
En 2023 el Dicasterio de Iglesias Orientales recibió de la Colecta por Tierra Santa casi 6,6 millones de euros.
Se gastaron así:
– Formación en Roma de seminaristas, sacerdotes y religiosas de Iglesias orientales (230 en 2023): 2,37 millones.
– Pontificio Instituto Oriental (actividad ecuménica, de derecho canónico oriental, ciencias eclesiásticas…): 1 millón de euros.
– Para la Universidad de Belén, en la ciudad donde nació Jesús, con 3.300 estudiantes: 460.000 euros
– Para las escuelas del Patriarcado Latino de Jerusalén: 824.000 euros
– Para el fondo de solidaridad de estudios de jóvenes en Tierra Santa: 961.000 euros
– Ayudas ordinarias a las diócesis orientales en 2023: 1,26 millones, repartidas así:
– Jerusalem 223.000;
– Jordania 19.000;
– Irak 90.000;
– Líbano 114.000;
– Turquía 106.000;
– Siria 186.000;
– Irán: 32.000;
– Egipto: 85.000;
– Etiopía: 218.000;
– Eritrea: 185.000
Ayudas extraordinarias (por el terremoto de Siria y Turquía en febrero de 2023, por la guerra de Gaza que ha paralizado Tierra Santa desde octubre, por la guerra de Tigray en Etiopía, la sequía y riesgo de hambruna, etc…), sumaron 107.000, repartidas así:
– Jerusalem: 10.000 euros;
– Líbano: 28.000;
– Siria: 44.000;
– Egipto: 2.000
– Etiopía: 10.000
– Eritrea: 13.000.
Misa de Miércoles de Ceniza de 2024 en una escuela árabe del Patriarcado Latino.
Pero el 65% de los recaudado en la Colecta por Tierra Santa va directamente a la Custodia de los Franciscanos de Tierra Santa, que sostienen escuelas, parroquias, obras de caridad y proyectos culturales y arqueológicos en el país de Jesús y sus vecinos.
Desde el final de la pandemia de coronavirus a la Guerra de Gaza, sólo hubo 20 meses de cierta normalidad en Tierra Santa, con llegada de peregrinos a los santos lugares. Con la guerra de Gaza, se han cerrado muchos lugares, muchos trabajadores de la Custodia no pueden entrar en Jerusalén o sus zonas de trabajo. No llegan peregrinos y se ha vuelto a hundir esa fuente de ingresos.
El Patriarca Pizzaballa visita una de las escuelas que mantiene el Patriarcado Latino, ayudado con la colecta por Tierra Santa.
La Custodia de Tierra Santa da trabajo a unas 700 personas en Israel y unas 300 en territorio de Palestina: el 60% trabajan en sus 14 escuelas, un 10% en casas para peregrinos, el resto en 80 santuarios, 25 parroquias y otras obras sociales.
Lo recaudado en la Colecta por Tierra Santa se destina a:
– gastos fijos de personal en las obras de la Custodia,
– conservar y poner en valor los Santos Lugares, los santuarios y sus zonas arqueológicas,
– reparar y atender edificios, parroquias, santuarios,
– la liturgia de los Santos Lugares,
– la asistencia a peregrinos,
– obras sociales y de caridad en Jerusalén, Israel y Palestina, pero también en Líbano, Siria, Egipto, Jordania, Rodas y formación de frailes novicios en Italia.
Todo esto es posible con la generosidad de los fieles en la Colecta por Tierra Santa, o con donativos a través de Custodia.org.