- San POLICARPO, obispo y mártir. En Esmirna, Turquía. Discípulo de San Juan, y el último de los acontecimientos apostólicos, ya con 90 años. Fue quemado vivo en el anfiteatro de Esmirna en presencia del procónsul y del pueblo. (155).
- San SIRENO, mártir. Actual Croacia. Era hortelano, que denunciado por una mujer a la que había reprochado su lascivia. Fue detenido y admitió su condición de cristiano. Se negó a sacrificar a los dioses, y fue decapitado. (307).
- Santa MILDBURGA, abadesa y virgen. En Wendlock, Inglaterra. De la familia real de Mercia. Fue abadesa. (722).
- San WILLIGISO, obispo. En Maguncia. Eximio por su celo pastoral. (1011).
- San JUAN, monje. En Calabria. Monje según las reglas orientales. Se le llamó el “Segador” porque era muy caritativo y de tenía costumbre de ayudar a los segadores. (s. XII).
- Beato NICOLÁS TABOUILLOT, presbítero y mártir. En Rochefort, Francia. Era párroco, y por ello fue detenido durante la Revolución Francesa. Murió consumido por una enfermedad. (1795).
- Beata RAFAELA de YBARRA y ARAMBARRI de VILALLONGA. Bilbao. Siendo madre y siete hijos, y con el consentimiento de su esposo, hizo profesión religiosa y fundó la Congregación de los Santos Ángeles Custodios, para la protección de las jóvenes y para enseñarles el camino de los preceptos del Señor. (1900).
- Beata JOSEFINA VANNINI, virgen. En Roma. Fundó la Congregación de Hijas de San Camilo, para servir a los enfermos. (1911).
- Beato LUIS MZYK, presbítero y mártir. En Poznan, Polonia. De la Sociedad del Verbo Divino. Durante la ocupación nazi fue asesinado por los guardias de la ciudad mientras confesaba a Cristo hasta morir. (1942).
Hoy recordamos especialmente al Beato VICENTE FRELICHOWISKI
Wincenty Stefan Frelichowski nació el 22 de enero de 1913 en Chelmza, una pequeña ciudad al norte de Polonia. Fue ordenado sacerdote en 1937, y puede decirse que desarrolló su ministerio principalmente en la cárcel, ya que fue arrestado apenas diez días después de la invasión de Polonia por los nazis, el 11 de septiembre de 1939. Pasó por diversas cárceles, siendo a la vez preso, y sostén moral de muchos de los que lo rodeaban. En 1940 fue transferido al campo de Dachau, y en 1944, cuando arreciaba una espantosa epidemia de tifus en el campo, asistió y confortó a los moribundos, hasta que él mismo contrajo la enfermedad, de la que murió, con complicaciones pulmonares, la noche del 22 al 23 de febrero de 1945. No fue posible establecer si su cuerpo fue quemado o sepultado en una fosa común.