Con el lema “El efecto ser humano – La única especie capaz de cambiar el planeta” se vivirá otra campaña más en la larga lista que ha promovido a lo largo de su historia la Organización católica “Manos Unidas”.
Hay que reconocer, que una actividad desaforada en los países más desarrollados está impactando en aquellos pueblos del mundo que “poco” han hecho por llegar a un estado actual de cosas.
Afectación en la salud de millones de personas, pérdidas de caladeros tradicionales de pesca, erosión de terrenos, subida del nivel del mar que afecta a tierras cultivables y otros, crean una situación trágica.
Un año más, desde nuestra Parroquia, procuraremos aliviar la vida de algunas comunidades humanas.
Como ya anunciamos, una de ellas asentada en el país de Togo, donde la Diócesis nos ha pedido ayuda para un proyecto que incentive el trabajo en régimen de cooperativa; y el otro proyecto, se dará en Zimbabue, donde una comunidad de monjas ha solicitado ayuda para perforar un pozo y tener agua potable para los niños de su hogar infantil.
Esta asunción de responsabilidades, querer colaborar con quien nos lo pida, lo haremos en comunión con otras parroquias de la Vicaría de Pontevedra.