CANAÁN
Antes de nada, hemos de saber que cada vez que cambiaba el dominador extranjero, cambiaba el nombre del territorio.
El testimonio más antiguo sobre un pueblo de los “cananeos” data del siglo XVIII a.C. Estaba en una carta enviada desde la ciudad de Mari (Siria).
En torno al siglo XV (a.C.), aumentan los testimonios sobre CANAÁN, en donde alguien enunciaba que había estado un tiempo en la ciudad de Ammija (quizá al sur del actual Trípoli –Líbano-), del territorio de Canaán.
En el siglo XIV, son textos de los egipcios que nos hablan de Canaán como territorio reconocido en la parte más al sur de sus tres provincias egipcias en el Levante, lo que sería el territorio del actual Líbano, junto con los territorios presentes de Israel, Jordania y Palestina. Habría habido un “desplazamiento” hacia el sur, pues. Gaza, sería la puerta de entrada a este territorio, y su capital administrativa.
En el siglo I (a.C.), el Levante se denominaba “tierra de Canaán”, y, según testimonios, comprendía incluso la región actual del Líbano (Gn 10, 6. 15; Nm 34, 7-9).
En ocasiones, se identifica sólo con la Cisjordania (territorio comprendido desde el Jordán hasta el mediterráneo), compruébese en Jos 22, 32.
Las fronteras fluctuaban.
En textos muy tardíos del Antiguo Testamento, el término “cananeo” empezó a identificar a sectores sociales como los “comerciantes” y los “mercaderes” (Is 23, 8; Ez 17, 4; Sof 1, 11; Job 40, 30), probablemente porque muchos habitantes de este territorio, fluctuante en demarcación, se dedicaron a estos menesteres.
Mañana veremos la denominación EL PAÍS DE HATTI.