Hoy, 11 de enero, la Iglesia celebra a:

by AdminObra
  1. San HIGINIO, papa. Fue el octavo en ocupar la Santa Sede. (142).
  2. San SALVIO, mártir. En África. En el aniversario de su muerte, fue glosado por San Agustín. (s. III).
  3. San TIPASO, mártir. En Argelia. Se retiró del ejército, no quiso volver si debía sacrificar a los dioses, y fue decapitado. (298).
  4. San PEDRO “BALSAMI”, mártir. En Cesarea de Palestina. El tribunal que lo juzgó no logró que se apartara de su fe por lo que fue quemado. (309).
  5. San LEUCIO, obispo. (s. IV).
  6. Santa HONORATA, virgen consagrada. En Pavía. Hermana de San Epifanio, que fue obispo. (s. V).
  7. San TEODOSIO, cenobita. En Judea. Amigo de San Sabas. Después de una vida en soledad, aceptó a muchos discípulos e inculcó en ellos la vida comunitaria en los monasterios que construyó. Murió centenario. (529).
  8. San PAULINO de AQUILEYA, obispo. Friuli. Se esforzó en convertir a los ávaros y a los eslovenos, y presentó al Rey Carlomagno un poema insigne sobre la Regla de la fe. (802).
  9. Beato BERNARDO SCAMMACA, presbítero. En Catania. Dominico. Se distinguió por su misericordia para con los pobres. (1487).
  10. Santo TOMÁS de CORI PLACIDI, presbítero. Lacio. Franciscano. Insigne por su austeridad, por la predicación, e ilustre fundador de eremitorios (1729).
  11. Beato FRANCISCO ROGACZEWSKI, presbítero y mártir. En Gdansk. Fusilado por su fe por los ocupantes nazis. (1940).

Hoy recordamos especialmente al Beato GUILLERMO CARTER

William (en español, Guillermo) nació en 1548, hijo de John Carter, comerciante en telas, y Agnes. Con quince años comienza a trabajar como aprendiz de John Cawood, impresor de la Reina, tarea que desempeñó durante diez años. Luego fue secretario de Nicholas Harpsfield, último archidiácono católico de Canterbury, que fue aprisionado. A la muerte de este, se casó y puso una imprenta en Tower Hill, en la que imprimió libros católicos. Del 23 de septiembre al 28 de octubre de 1578 estuvo encarcelado preventivamente, pero lo peor se desencadenó en 1580, cuando realizó una nueva edición de mil copias del «Tratado del Cisma», del Dr. Gregory Martin, que podía considerarse subversivo. Precisamente por esta obra William fue encarcelado en Gatehouse, y en 1582 trasladado a la Torre de Londres.

Permaneció en la Torre por dos años, fue torturado en el potro, según costumbres de la época, y finalmente en 1584 se celebró el juicio, en el que se le acusó por la impresión del libro de Martin, ya que un párrafo de la obra expresaba su confianza en el triunfo final de la fe católica, y de que la piadosa Judit conseguiría matar a Holofernes, lo que fue interpretado por los jueces como una incitación a asesinar a la Reina. Hay que reconocer que, aunque en esta obra el párrafo podía tener un mero sentido retórico, de utilizar una metáfora tomada de la Biblia, abundaban en la época, dentro del campo católico, esas insinuaciones de que la verdadera solución al conflicto era matar a Isabel («La perversa Jezabel del Norte», como la llamó el secretario de Gregorio XIII), así que había en el campo anglicano cierta paranoia con esa clase de textos.

Finalmente, William fue condenado a la horca en Tyburn, lo que incluía el descuartizamiento y el reparto de restos, como advertencia, por toda la ciudad. El martirio se produjo el 11 de enero de 1584.