13. CRISTIANOS EN ROMA – V

Pero el don de la diversidad también tiene sus riesgos.

Así aparecerían sectas: MONARQUIANO, JUDAIZANTES, GNÓSTICOS, ENCRATITAS, entre otros.

Unas procedían del Ponto, otras de Frigia, otras de Judea, otras de Asia, y otras de la propia Roma. También hubo confusión doctrinal, como si fuese un “anti-Pentecostés”.

La vida de caridad, por otra parte, se desarrolló con una intensa vocación de servicio.

Los papas Víctor y Calixto establecieron una fuerte centralización y una eficiente organización en la asistencia de los pobres, algo inédito en un lugar que no se caracterizaba por su misericordia. Esto fue muy palpable en el siglo III, precisamente con una de las persecuciones más virulenta contra el cristianismo, la del emperador Decio. Los cristianos se esmeraron por vivir el don de la unidad y la caridad.