Oh Rey de los gentiles (Jeremías 10, 7), esperado por todas las naciones (Ageo 2, 7), piedra angular (Isaías 28, 16) que reúnes en uno a judíos y paganos (Epístola a los Efesios 2, 14): ven y salva al hombre que has creado usando el polvo de la tierra (Génesis 2, 7).
Cristo es Rey del Universo por derecho propio natural, y por derecho de conquista en el Monte Calvario. Cristo es rey de todas las naciones, de los gentiles también.
El Rey de los judíos está llamado a dominar sobre los otros pueblos. Los dioses de las naciones gentiles e idolátrica no son nada con comparación con el Dios verdadero y sus preceptos que están cargados de sabiduría.
Con su venida en carne mortal inaugurará una esplendorosa era mesiánica, que será precedida de una conmoción general. Todo “temblará”, pues Dios, en su Hijo, viene a transformar todo con tal que El sea el centro de todo, corazones y naciones.