11. SAN JUSTINO – I

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San Justino aparece como el primer gran exponente del quehacer intelectual, ilustrando la fe con la reflexión filosófica.

En su persona se reúnen los títulos de filósofo y mártir.

Se le considera el primer gran teólogo cristiano.

Es también el primero de los considerados Padres que no lega datos biográficos en su obra.

Su itinerario comienza en los primeros años del siglo II, en Palestina. Nació en la ciudad de Flavia Neapolis (la Siquem bíblica), y hoy se la conoce por Nablús, en Cisjordania.

Buscó la verdad en la filosofía. Para él era el camino para alcanzar la verdad, y por tanto la felicidad, que culmina en el conocimiento de Dios.

Pasó por muchas ‘escuelas’ filosóficas hasta que se sintió colmado con el platonismo. Desde el platonismo daría el paso hacia el cristianismo.