- Santa LUCÍA, virgen y mártir. En Siracusa, Sicilia. Por fidelidad a Cristo esposo fue martirizada con crueldad. (304).
- San ARISTÓN, mártir. En Porto Romano. (s. IV).
- San ANTÍOCO, mártir. En Cerdeña. (s. IV).
- Santos EUSTRATO, AUXENCIO, EUGENIO, MARDARIO y ORESTES, mártires. En Armenia. (s. IV).
- San JUDOCO, presbítero y eremita. En Francia. Siendo hijo del rey de Armórica, y hermano de San Judicael, para no ser obligado a suceder a su padre abandonó su patria y se dedicó a la vida eremítica. (669).
- San AUBERTO, obispo. En Cambrai, Francia. (s. VII).
- Beato ANTONIO GRASSI, presbítero. Las Marcas, Italia. Oratoriano. Humilde, pacífico. Con su ejemplo impulsó a observar la Regla al resto de los hermanos. (1671).
- Santos PEDRO CHO HWA-SO, padre de familia, y CINCO COMPAÑEROS, mártires todos. En Corea. Tentados con promesas, y tormentos para que dejaran la religión cristiana, resistieron hasta la decapitación. (1866).
Hoy recordamos especialmente al Beato JUAN MARINONI
Juan Marinoni, llamado en el siglo Francisco, nació en Venecia en 1490, de una familia oriunda de Bérgamo.
Ordenado sacerdote, fue nombrado en 1515 Sacristán de la Catedral de S. Marcos, y pocos años después, Canónigo de aquella Basílica.
Cuando, huyendo del Saco de Roma (1527), los teatinos establecieron en Venecia la segunda casa de la Orden, Marinoni renunció a su canonjía para ingresar en la nueva milicia clerical.
Cambiando su nombre por el de Juan, recibió la sotana teatina de manos del mismo fundador, el 9 nov. 1529.
Plegándose a los deseos de Clemente VII, los teatinos decidieron aceptar, en agosto de 1545, la fundación de una casa en Nápoles, y comisionaron para llevarla a término a Cayetano y Marinoni.
En trienios sucesivos se turnaron ambos en el gobierno de la Comunidad napolitana, para compartir después la gloria del mismo sepulcro.
Características de Marinoni fueron su acendrada devoción a la Pasión de Cristo y su dedicación constante a la dirección espiritual de las almas.
Fundó con San Cayetano de Thiene los «Montes de Piedad» para liberar de la miseria a los pobres y marginados, institución que dió origen al actual Banco de Nápoles.
En su escuela se formaron Andrés Avelino, Pablo Burali y Jaime Tormo, a los que transmitió con fidelidad la herencia espiritual del fundador, S. Cayetano. M. el 13 dic. 1562, en la misma Casa de S. Pablo de la que había sido cinco veces prepósito.
En sus últimos años de vida abrió hospicios para ancianos y fundó hospitales.