- San NAHUM, profeta, que predicó a Dios como el que gobierna el devenir de los tiempos y juzga con justicia a los pueblos.
- San CASTRICIANO, obispo. En Milán. (s. III).
- Santa FLORENCIA, virgen. En Aquitania. Convertida al Dios verdadero por el obispo San Hilario durante su destierro en Asia, le siguió luego al regresar a su tierra. (s. IV).
- San LEONCIO, obispo. En Frejus, en la Provenza. Que favoreció la vida monástica de San Honorato en la isla de Lérins. San Juan Casiano le dedicó una parte de sus “Collactiones”. (433).
- San AGERICO, obispo. En Verdún. Francia. Que edificó iglesias y baptisterios. Padeció mucho por culpa del rey Teodorico. (588).
- San ELOY, obispo. En Neustria, actual Francia. Siendo orfebre y consejero del rey Dagoberto edificó monumentos a los santos con gran elegancia, y más tarde fue ordenado obispo, dedicándose a su ministerio con gran celo. (660).
- Beato ANTONIOI BONFADINI, presbítero. En Emilia-Romaña, Italia. Franciscano, predicó la Palabra de Dios recorriendo diversas regiones italianas y de Tierra Santa. (1482).
- Beato JUAN BECHE, presbítero y mártir. En Colchester, Inglaterra. Benedictino. Por ser fiel al Papa, cuando era abad del Monasterio de San Juan, fue acusado de traición y condenado al patíbulo bajo el reinado de Enrique VIII. (1539).
- Santos EDMUNDO CAMPION, RODOLFO SHERWIN y ALEJANDRO BRIANT, presbíteros y mártires. Londres. Martirizados durante el dominio de Isabel I destacando por su fortaleza y carácter. El primero se había convertido al catolicismo, y se hizo jesuita. Fue ordenado en Praga, y regresó a su patria, donde consolidó la fe de los católicos; padeció muchos tormentos y ajusticiado en Tyburn. Con él también sufrieron los mismos suplicios San Rodolfo y San Alejandro, éste último admitido en la Compañía con mérito unas horas antes del martirio. (1581).
- Beato RICARDO LANGLEY, mártir. En York, Inglaterra. Fue ahorcado por hospedar sacerdotes. (1586).
- Beato CASIMIRO SYKULSKI, presbítero y mártir. En Auschwitz. Fue fusilado por mantener con fortaleza la fe ante los nazis. (1941).
- Beata LIDUINA MENEGUZZI, virgen. En Etiopía, del Instituto de San Francisco de Sales, que, cual espejo de humildad y caridad cristiana, mostró la misericordia de Dios entre los pobres, enfermos y cautivos. (1941).
- Beata CLEMENTINA NENGAPETA ANUARITE, virgen y mártir. En el Congo. Religiosa misionera de la Sagrada Familia. Fue apresada durante la guerra civil congoleña por los simbas junto con otras religiosas a las exhortó a que orasen en todo momento. Por resistirse a las presiones de un oficial simba fue asesinada en medio de maltratos, humillaciones y vejaciones. (1964).
Hoy recordamos especialmente a SAN CARLOS de FOUCAULD
Nace en Francia, en Estrasburgo, el 15 de septiembre 1858. Huérfano a los 6 años, creció con su hermana María, bajo los cuidados de su abuelo, orientándose hacia la carrera militar.
Adolescente, pierde la fe. Conocido por su gusto de la vida fácil él revela, no obstante, una voluntad fuerte y constante en las dificultades. Emprende una peligrosa exploración a Marruecos (1883- 1884). El testimonio de fe de los musulmanes despierta en él un cuestionamiento sobre Dios: «Dios mío, si existes, haz que te conozca».
Regresando a Francia, le emociona mucho la acogida discreta y cariñosa de su familia profundamente cristiana, y comienza una búsqueda. Guiado por un sacerdote, el Padre Huvelin, él encuentra a Dios en octubre 1886.Tiene 28 años. «Enseguida que comprendí que existía un Dios, comprendí que no podía hacer otra cosa que de vivir sólo para El».
Durante una peregrinación a Tierra Santa descubre su vocación: seguir Jesús en su vida de Nazareth. Pasa 7 años en la Trapa, primero N.S. de las Nieves, después Akbes, en Syria. Enseguida después, él vive solo en la oración y adoración cerca de las Clarisas de Nazareth.
Ordenado sacerdote a los 43 años (1901) parte al Sahara, primero Beni-Abbes, después Tamanrasset en medio de los Tuaregs del Hogar. Quiere ir al encuentro de los más alejados, «los más olvidados y abandonados».Quiere que cada uno de los que lo visiten lo consideren como un hermano, «el hermano universal». Él quiere «gritar el evangelio con toda su vida» en un gran respeto de la cultura y la fe de aquellos en medio de los cuales vive. «Yo quisiera ser lo bastante bueno para que ellos digan: “Si tal es el servidor, como entonces será el Maestro…”?».
En el atardecer del 1° de diciembre 1916, fue matado por una banda que rodeó la casa.