Durante el debate parlamentario en Polonia sobre el proyecto de ley que facilitaría la fecundación in vitro eugenésica con cargo al presupuesto estatal, un diputado del PiS compartió su historia personal tras años intentando tener un hijo con su mujer, algo que finalmente logró. «Excluimos de antemano aquellos métodos que son incompatibles con nuestros valores éticos», afirmó Paweł Szrot.
En los últimos días ha tenido lugar el debate en el Sejm (Parlamento de Polonia) sobre el proyecto de reembolso con dinero públicos de los procesos de la fertilización in vitro, el cual, según la mayoría parlamentaria nacida de las últimas elecciones, tiene como objetivo «restaurar el derecho de las mujeres y los hombres polacos a la felicidad que supone tener un hijo».
Durante el acalorado debate, el diputado del partido Ley y Justicia (PiS), Paweł Szrot, tomó la palabra. Desde el estrado parlamentario, compartió su historia personal sobre la lucha por tener un hijo.
«Intentan enseñarnos qué es la felicidad. Intentan enseñarnos cómo es la desdicha de aquellos que intentan sin éxito tener un hijo. […] Yo sé bien de qué se trata. Durante 6 años luché para que nuestra familia tuviera un hijo, estuviera completa. Contrario a lo que dijo una de las oradoras anteriores, no confiamos en la suerte, utilizamos los métodos médicos más avanzados. Por supuesto, excluimos de antemano aquellos métodos que son contrarios a nuestros valores éticos. Después de 6 años, la prueba de que esos métodos que respetan los valores médicos son efectivos corre por el jardín de infantes local, sonriente de oreja a oreja. Tiene casi 2 años».
Previamente, señaló que «aquí, en esta sala, se utiliza la desgracia de muchas familias polacas con fines políticos». Agregó que la solución al problema de la infertilidad no es insultar a algunos polacos llamándolos «atrasados» ni hacer una falsa asociación entre la ciencia y la superstición. «Eso no resolverá el problema», dijo el diputado Paweł Szrot.
Por otro lado, Piotr Uściński del PiS recordó que «cada embrión que se crea de forma artificial o natural tiene dignidad y debemos protegerla».