OFRECIMIENTO DIARIO POR LA IGLESIA
- Ven Espíritu Santo
inflama nuestros corazones
en las ansias redentoras del Corazón de Cristo. - Para que ofrezcamos de veras
nuestras personas y obras
en unión con Él
por la redención del mundo.
Señor mío y Dios mío Jesucristo:
Por el Corazón Inmaculado de María
me consagro a tu Corazón,
y me ofrezco contigo al Padre
en tu Santo Sacrificio del altar,
con mi oración y mi trabajo,
sufrimientos y alegrías de hoy,
en reparación de nuestros pecados
y para que venga a nosotros tu ReinoTe pido en especial:
Por el Papa y sus intenciones,
Por nuestro Obispo y sus intenciones,
Por nuestro Párroco y sus intenciones,
Por nuestra Parroquia y sus necesidades.
INTENCIÓN UNIVERSAL: Por las personas que viven al margen.
Oremos para que las personas que viven al margen de la sociedad, en condiciones de vida infrahumanas, no sean olvidadas por las instituciones y nunca sean descartadas.
INTENCIÓN CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA: Por la adecuada formación de todo el pueblo de Dios, y especialmente de quienes ejercen algún ministerio laical o han recibido la misión específica de anunciar a Cristo como catequistas, profesores de religión o animadores de la fe de sus hermanos.
REFLEXIÓN: mientras Dios parecía quedarse lejos, como un ser distante, los hombres podían pensar que le eran indiferentes; aunque los Profetas del Antiguo Testamento hablaban en nombre de Dios, diciendo que Dios nos amaba. Pero el hecho histórico de la Encarnación del Hijo de Dios ha hecho que Dios se nos acerque en total intimidad; ahora sabemos que nos ama también con un verdadero Corazón humano; y que nos ama hasta el extremo (Jn 13, 1).
En este primer viernes procuremos sintonizar con este Dios cercano ¡Hora Santa, Comunión reparadora, Exposición del Santísimo, etc!
RECORDAR: Oración, para los momentos en los que parece que Dios nos pide cosas imposibles, recordemos la oración de aquel pesador bretón: “¡Oh Dios, sé bueno conmigo: la mar es tan grande, y mi barca tan pequeña…!”
NO OLVIDES: El Apostolado de la Oración nos ayuda a vivir nuestro “sacerdocio espiritual”, consagrando nuestra vida individual, familiar, profesional, para la gloria de Dios. Así promueve el A.O. la santificación de la vida ordinaria, no para complacernos vanidosamente en nuestra propia santidad, sino para ofrecer esa vida en reparación de nuestros pecados ya para que venga a nosotros el Reino de Jesucristo.
PATRONO DEL APOSTOLADO DE LA ORACIÓN EN OCTUBRE: SAN MATEO, APÓSTOL (21 de septiembre).