- San ROMÁN, mártir. Roma. (258).
- San NATEO, obispo y abad. Hibernia. (s. VI).
- San FEDLIMINO, obispo. Kilmore, Hibernia. (s. VI).
- SANTOS MÁRTIRES de CONSTANTINOPLA. Fueron muertos por defender la antigua imagen del Salvador colocada en la Puerta de Bronce, que iba a ser derribada por orden de León Isáurico. (729).
- Beato FALCO, eremita. Calabria. (s. XI).
- Beato JUAN de FERMO, presbítero. Toscana. Franciscano. Vivió en soledad, dominando su cuerpo con ayuno y penitencia. (1322).
- Beato RICARDO BERE, presbítero y mártir. Londres. Debido a su fidelidad al papa fue encarcelado por orden de Enrique VIII, y en unión con sus hermanos cartujos fue extenuado por las condiciones inhumanas a las que fue sometido. (1537).
- Beato CLAUDIO RICHARD, presbítero y mártir. Rochefort. Benedictino. Sacado de su monasterio durante la Revolución Francesa, fue confinado en una nave prisión, donde murió contagiado de peste mientras ayudaba a los cautivos enfermos. (1794).
- Santa CÁNDIDA MARÍA de JESÚS CIPITRIA, fundadora. Salamanca. Fundó la Congregación de Hijas de Jesús para colaborar en la labor de formación cristiana de los niños. (1912).
- Beato ASENSIO BARROSO, obispo y mártir. Barbastro. Fusilado por milicianos durante el furor de la persecución contra la Iglesia. (1936).
- Beatos RUBÉN de JESÚS LÓPEZ AGUILAR y su SEIS COMPAÑEROS, religiosos y mártires. hospitalarios. Barcelona. Martirizados durante la persecución religiosa. (1936).
- Beatos FAUSTINO OTEIZA SEGURA, presbítero, y FLORENTINO FELIPE NAYA, religioso; mártires. Huesca. El segundo, escolapio. Martirizados durante la persecución religiosa. (1936).
- Beato GERMÁN GARRIGUES HERNÁNDEZ, presbítero y mártir. Valencia. Capuchino. Martirizado durante la persecución religiosa en España. (1936).
Hoy destacamos especialmente a SANTA TERESA BENEDICTA DE LA CRUZ
Edith Stein nació en Breslau, Polonia en 1891, séptima hija de una familia muy religiosa en la fe judía.
Huérfana de padre desde muy niña, su madre hubo de dirigir su educación y sus estudios.
Estudió filosofía, siendo discípula de Husserl y seguidora ferviente de la fenomenología.
Conoció a otros grandes pensadores, algunos de ellos católicos, como Hildebrand, Scheler, Reinach…
Cuando murió Reinach en 1917, su viuda, ferviente cristiana, le pidió ayuda para clasificar sus escritos. Allí se encontró con un testimonio de vida cristiano profundo.
A través de una serie de lecturas su interés por el cristianismo fue en aumento hasta que fue bautizada en 1922.
Deseó abrazar la vida religiosa, pero mientras se dedicaba a la enseñanza entró en contacto con la abadía benedictina de Beuron, y se acogió a la dirección espiritual de Dom Walter.
Fue profesora, durante diez años, en las dominicas de Speyer, y en el instituto de pedagogía de Münster.
Llegó a ser también famosa conferenciante, y elaboró escritos autobiográficos, filosóficos y espirituales.
Con la llegada de Hitler al poder comenzó la persecución a los judíos.
Edith Stein se sentía profundamente hebrea. Ingresaría, en 1933, en las carmelitas descalzas de Colonia.
Recibió el hábito en 1934, tomando el nombre de Sor Teresa Benedicta de la Cruz.
Profesó solemnemente en 1938.
Su vida espiritual se caracterizó por una marcada vocación a contemplar y a revivir la pasión de Cristo, ofreciéndose a El como humilde cooperadora.
Los superiores estimaron que era preferible ponerla a salvo dada su condición de raza judía. La enviaron al convento de Echt, en Holanda. Allí se fue a fines de 1938.
Al invadir los nazis Holanda, Santa Teresa Benedicta y su hermana, que se había refugiado con ella, fueron arrestadas y las llevaron a Auschwitz. Allí fueron exterminadas en 1942.